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Periodismo en general Profesión

Reflexiones de comunicación sobre el atentado de Barcelona


Pasados unos días, necesito aclarar mis ideas sobre el papel del periodismo y la comunicación, en general. Hemos vivido unos días intensos desde el jueves pasado cuando se produjo el atentado en Barcelona y la posterior acción terrorista en Cambrils (Tarragona). El terrorismo ha golpeado cerca de nuestra puerta y nos ha pillado de sorpresa, por muy esperada que fuera la sensación que algun día nos iban a golpear.

En este punto, la comunicación es fundamental, la que ejercen los organismos e instituciones, y el que ofrecen los medios de comunicación. A partir de ahí, comparto algunas reflexiones que no creo que puedan elevar a la categoría de lecciones.

1. Necesitamos un periodismo riguroso, honesto y respetuoso

En la época del clickbait y de los medios financiados por las páginas vistas y los shares, ciertas estrategias en la distribución de contenidos ha rozado la impudicia. Hay que evitar que mande el criterio del sensacionalismo y la espectacularidad de las imágenes. En situaciones de estas características, la toma rápida de decisiones puede hacer tomar decisiones no demasiado acordes con los criterios deontológicos. Pero estos tienen que están interiorizados en nuestro ADN como periodistas. Fundamentales, en este caso, recomendaciones sobre la cobertura informativa de actos terroristas, como los que tienen publicados el Col·legi de Periodistes de Catalunya y el Consell Audiovisual de Catalunya.

2. Luchar contra las noticias falsas y bulos

Las noticias falsas no se producen sólo en Estados Unidos cuando Donald Trump se dirige a sus seguidores en los mítines o cuando el presidente habla sobre el éxito de público de su ceremonia de investidura en Washington. Los bulos y noticias falsas se producen por miedo, mala intención o malas prácticas. Nos incluyen a todos nosotros como ciudadanos y, a algunos como periodistas. La constrastación de la información es fundamental para no colaborar con la difusión de contenidos tóxicos. El discurso del odio contra minorías o grupos culturales también se construye a través de rumores y noticias sin contrastación. Tenemos que ser conscientes cómo se construye el odio en el ecosistema de los medios de comunicación.

3. La imagen no es neutra

Una de las reflexiones más lúcidas sobre este asunto la encontramos en el hilo publicado en Twitter por Francesc Pujol, director del Media, Reputation and Intangibles Center de la Universidad de Navarra.

Hay que encontrar el equilibrio para lo que difundamos sea informativamente relevante, teniendo en cuenta el derecho de las víctimas, sean heridos o fallecidos, teniendo en cuenta además, la importancia de defender el derecho de los menores. El debate y la crítica a muchos periódicos, por otro lado, se ha basado en general a la elección de la fotografía de portada al día siguiente del atentado.

¿Se pueden mostrar imágenes de refugiados ahogados en las costas europeas pero no de fallecidos por actos terroristas? El hilo de Pujol viene a diferenciar entre aquellas imágenes que, producto de ataques terroristas, sirven para paralizar y atemorizar a la población en una batalla psicológica. La reflexión de Pujol es muy potente pero los medios han puesto voz a sus dudas o a sus intenciones y hay discursos igualmente interesantes que habría que escuchar más allá de la crítica fácil. Algunos ejemplos:

‘Con perdón, tengos dudas’ por Fernando Mas

‘La historia de la fotografía que dio la vuelta al mundo’ por Emilio Pérez de Rozas

4. Ciudadanos con responsabilidad

Pero de la misma manera que los periodistas tenemos responsabilidad sobre lo que publicamos o difundimos, los ciudadanos también tienen responsabilidad sobre lo que distribuyen en sus perfiles sociales. Las imágenes más duras que vi minutos después del atentado no fue en los medios de comunicación sino en las redes sociales de usuarios anónimos. Más concretamente, en perfiles de usuarios de Instagram que publicaron vídeos sobre heridos y muertos en el suelo de la Rambla barcelonesa. Arcadas y ganas de vomitar. El periodismo ciudadano y el ‘user generated content’ (UGC) tienen sus límites y como usuarios de canales sociales no podemos seguir pensando que todo vale para ganar seguidores o likes.

Por otro lado, el primer instinto de las personas que están cerca de el lugar de un atentado terrorista no puede ser grabar indiscrimidamente lo que está sucediendo. Por ética y por evitar entorpecer las labores policiales.

Desde un primer momento, los canales sociales de los cuerpos policiales y de emergencias pidieron a los ciudadanos que no distribuyeran información ni imágenes que pudieran entorpecer la labor policial.

5. La comunicación corporativa no es marketing

No es periodismo pero cada vez está ganando más importancia en las facultades de comunicación. Cuando habitualmente me toca hacer alguna charla a estudiantes de periodismo o comunicación audiovisual, muchos fruncen el ceño cuando les comento que la comunicación corporativa es una buena salidad profesional. Estos días se está demostrando con la buena comunicación de la Policia Nacional (@policia), la Guardia Civil (@guardiacivil), Ajuntament de Barcelona (@barcelona_cat) y, sobre todo, los Mossos de Esquadra (@mossos) o la Direcció General de Protecció Civil (@emergenciescat).

Sólo la cuenta de los Mossos en Twitter pasó de 150.000 seguidores a 240.000 en 24 horas desde el jueves pasado. Y es que se ha demostrado la importancia de la comunicación corporativa si es rigurosa, realiza un buen servicio público, es colaborativa y viral. Este lunes 21 de agosto, cuatro días después del atentado, @Mossos distribuyó a las 13 horas las fotografías del autor del atropellamiento masivo, Younes Abouyaaqoub. La policia catalana pedía colaboración para encontrar pistas del paradero del terrorista a través de las redes sociales y medios de comunicación. Tres horas después una vecina de Subirats llamó a la policia y su feedback sirvió para acorralar al joven asesino.

6. La gestión de crisis, fundamental en la comunicación actual

En la comunicación corporativa, los incidentes de perfil alto como pueden ser accidentes, ataques
terroristas, epidemias y desastres naturales deben tener protocolos de actuación y gestión de crisis muy claros. La comunicación, de la misma forma que la acción policial, no se improvisa. La gestión de crisis es fundamental, incluyendo la gestión continua de conflictos potencials y las iniciativas de comunicación de riesgos, que sirven  para contrarrestar el alto grado de incertidumbre que se produce en estas situaciones.

En ‘Relaciones Públicas, estrategias y tácticas’ de Dennis Wilcow, Glen Cameron y Jordi Xifra se describe un esquema de cómo comunicar en momentos de crisis.

Comunicar en momentos de crisis

7. Comunicación multilingüe

En un mundo globalizado, las personas que nos dedicamos al mundo de la comunicación, ya estemos al lado institucional, organizativo o en los medios de comunicación, se nos debe exigir un buen dominio de los idiomas. El atentado de Barcelona como en muchos otros casos ha provocado víctimas de muchos países diferentes. El foco por tanto se nos abre a un único mensaje pero distribuido en diferentes lenguas. La Generalitat de Catalunya, en este contexto, ha difundido mensajes en las redes sociales en catalán, castellano e inglés. En las ruedas de prensa se han dado explicaciones además en francés y las comunicaciones policiales se han multiplicado para hacer llegar el mensaje con total normalidad. En este sentido, está fuera de lugar el plantón de algún periodista al Mayor de los Mossos de Esquadra,  Josep Lluís Trapero, por expresarse en catalán y castellano. La reacción de normalidad de Trapero ha convertido su respuesta ante el periodista en fenómeno viral y trending topic mundial: «»Bueno, pues molt bé, pues adiós».

8. «No tinc por», la fuerza de los lemas

«No tenemos miedo», «No tinc por», «No tenim por»,… la ciudadanía, los ciudadanos de Barcelona han dado ejemplo y los medios de todo el mundo han difundido el mensaje en catalán. La vida sigue, con mucho dolor, pero la vida debe seguir como pasó en París, Bruselas, Bagdad u otras ciudades del mundo que se han visto golpeadas por atentados terroristas.

Como lo fue el «Je suis Paris» o el «Je suis Charlie», la comunicación global se llena de lemas globales para unir y crear comunidad. Es el momento de la respuesta, del evitar el terror y convertir nuestras palabras en liberación ante los temores y los asesinos.


Miquel Pellicer

Periodista y antropólogo. Nacido el año en que murió Elvis. Educado en los medios de comunicación locales, es autor del blog MiquelPellicer.com. Actualmente, director de Comunicación Digital en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Anteriormente, director de Innovación de Interprofit; director de Estrategia y Comunicación en Grupo Lavinia. Otras palabras clave de su currículum: FC Barcelona, Mundo Deportivo, Ayuntamiento de Barcelona, Enderrock, Transversal Web. Galardonado en los Premios Blocs Catalunya 2010 y miembro fundador del BCN MediaLab. Autor de los libros 'Optimismo para periodistas' y 'La Comunicación en la era Trump'.

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7 Comentarios

  1. Lluís Ribes 24 agosto, 2017

    Hola Miquel,

    me parece interesante el artículo por los puntos que planteas, muy bien escogidos y sobretodo en uno de ellos quiero aportar mis reflexiones:

    Este es el «3. La imagen no es neutra». Me parece muy interesante el hilo de Francesc Pujol. Pronto iremos a este pero antes quiero comentar que el artículo de Emilio Pérez de Rozas «La historia de la fotografía que dio la vuelta al mundo» que enlazas me parece un artículo banal, pobre, estúpido e interesado donde al final puede hacer entender que la responsabilidad de poner la foto en la portada en su periódico fue del fotógrafo (y no de un editor o responsable del periódico) porque es la foto que puso a disposición en una agencia de noticias. Un totalmente desacertado artículo sobre un tema importante en estos días. No así, con el artículo «Con perdón, tengo dudas» de Fernando Mas, que pese a que no esté de acuerdo y en parte lo argumento en los siguientes parágrafos, bueno, expone una opinión que puede ser discutida o aplaudida.

    Pero volvamos al hilo de Francesc Pujol me parece interesante como punto de partida. Yo lo resumiría en: la fotografía no explica lo que se ve sino lo que hace ver (pero eso pasa en todos lo medios: pictóricos, sonoros, lingüísticos etc). Y aquí entra un proceso de subjetividad del lector a tener en cuenta. Y los medios de comunicación, para informar bien conocen (o deberían conocer) el público al que se dirigen y saber que es lo que va a hacer ver a sus lectores. Allí está el fallo de muchos medios, desde mi punto de vista, ya que se quedan tras la imagen, digamos puramente descriptiva informativa y aparentemente obvian que esas imágenes producen una serie de emociones que quizá no son bienvenidas en esos momentos terror, miedo, inseguridad para la mayoría de sus lectores en ese momento. Y esto ya no es información cuando te lo encuentras en la portada de golpe del periódico que compras cada mañana (sin duda una metáfora de aquellos tiempos previos a las redes sociales 😉 ).

    ¿El horror hay que distribuirlo? Yo soy de la opinión que no. ¿El horror hay que documentarlo? En la medida de lo posible sí. Y es que no es lo mismo distribuir que documentar. Y entro con los grupos de WhatsApp, por poner un ejemplo… ¿es de recibo que en un grupo de compañeros que hablen de sus cosas cotidianas de repente entre un video como muchos otros donde le das un reproduce y te aparece una matanza de facto que dada la proximidad en todos los sentidos te hace sentirte como si estuvieras presente en cuerpo en el atentado? Oiga usted cuando esté interesado en ver esas imágenes, ya me dirigiré a una hemeroteca y tras estar convencido de la necesidad de documentarme visualmente las veré.

    Por cierto, interesante los grupos de WhatsApp como se autorregulan. En mi experiencia en un grupo hubo una reprimenda a la persona que distribuyó uno de estos videos y el silencio y el olvido hizo su trabajo, y en otro grupo, una discusión sobre lo idóneo del video acabó con la salida voluntaria del grupo de la persona que puso el video.

    Resumiendo, la portada de un medio comunicación (su portada, su muro, su canal etc) es información. ¿Qué es informar? Me quedo con palabras de Gilles Deleuze: decirnos lo que se supone que debemos creer ( para el caso, creer tiene la misma connotación que hacer ver expuesto en un parágrafo anterior) ¿no tenemos suficiente material para creer en la tragedia que ha acontecido hace unas horas que necesitamos de más material, por ejemplo de fotografía con alto contenido explícito? ¿A lo que me pregunto, qué se busca con el impacto de ciertas imágenes?

    Respecto a otro punto, un pequeño apunte. «El número 5. La comunicación corporativa no es marketing», me parece muy interesante y dejo un detalle que me pareció significativo (seguramente ya se ha hablado mucho) El lunes, cuando Younes Abouyaaqoub estaba en búsqueda y captura, en Twitter apareció el siguiente tweet de La Vanguardia a las 17:35:

    «#ÚLTIMAHORA La policía mata a Younes Abouyaaqoub, el autor del atentado de Barcelona bit.ly/2wwysdy» (https://twitter.com/lavanguardia/status/899660853196312576)

    a día de hoy 129 Retweets y 160 Me Gusta… La Vanguardia había dado un titular esperadísimo pero escasamente estaba siendo difundido, la red estaba a la espera que su informador oficial de los atentados, els Mossos que tenía ganada la confianza casi una hora más tarde, a las 18:20 diera la noticia:

    «Confirmem que la persona abatuda a l’incident de #Subirats és Younes Abouyaaqoub, autor de l’atemptat terrorista a #Barcelona «(https://twitter.com/mossos/status/899667415335936001)

    en pocos minutos ya miles de retweets (a día de hoy más de 17.000 retweets). ¿Por quién estuvo la audiencia de Twitter dispuesta a dejarse creer? En ese caso, por los Mossos y no por el medio de comunicación generalista. Me permito un comentario ligero: no gana quien llega primero, sino quien llega con la confianza. Un segundo comentario más ligero si cabe: no siempre gana el marketing.

    Por último, del punto «7. Comunicación multilingüe tan solo una reflexión.» El periodista que se fue de la rueda de prensa le importaba más cómo se decían las cosas que qué cosas se decían y se iban a decir… en fin «Bueno, pues molt bé, pues adiós».

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    1. Miquel Pellicer 25 agosto, 2017

      Muchas gracias por tu opinión, Lluís. Muy buena reflexión y un buen aporte.

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  2. Juan Carlos 25 agosto, 2017

    Moltes gràcies. Miquel, excelente reflexión.

    Responder
    1. Miquel Pellicer 25 agosto, 2017

      Muchas gracias por la lectura y tu opinión, Juan Carlos. ¡Un saludo!

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  3. Yesid Quiroga 26 agosto, 2017

    Me parece una publicación reflexiva y crítica de manera constructiva. Me parece importante que se ofrezca el respeto debido a las víctimas, sus familias, la sociedad, el mundo. traben creo que es bueno mostrar el otro lado del terrorismo, este terrorismo viene de otro que realiza EE.UU con aliados en países donde dijo que había armas de destrucción masiva cuando era una falsedad. Esas víctimas, esas familias, el mundo, también merece información equilibrada y que combata toda violencia, toda guerra para salvar a las hegemonías y toda imagen que indigne, maltrate o hiera.

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