Phillip Hugues ha muerto por las heridas provocadas por una pelota de Cricket en un partido disputado esta semana en Australia. El bateador de 25 años, que iba a ser convocado en breve con la selección australiana, disputaba un partido del campeonato de las provincias australianas cuando ocurrió el drama. «Nunca recuperó la consciencia tras haber resultado herido el martes», afirmó el doctor Peter Brukner en un comunicado. Tras el golpe, Hughes se tambaleó unos instantes antes de desplomarse. Los jugadores y árbitros se acercaron y rápidamente pidieron la entrada de las asistencias médicas. Al jugador se le aplicaron primeros auxilios en el campo durante 30 minutos antes de evacuarle en helicóptero. La conmoción ha sido muy grande en el hemisferio sur así como en los territorios de la Commonwealth donde los periódicos y medios de comunicación no han escatimado portadas y recursos tal y como vemos.
De la misma forma que sucedió con Nelson Mandela o Robin Williams, la noticia ha causado un gran estupor y se han sucedido en diferentes países las muestras de respeto y dolor por la muerte del joven deportista australiano.