Intento responder a la pregunta que me hacen los compañeros de Story Baker: “Cómo serán los medios que triunfen durante el 2022” con este titular sobre las comunidades. En plural. Eso sí, advertimos que en los últimos meses somos más ‘remote worker’ que nunca. Ordenador y Smartphone a cuestas, teletrabajo en trenes, cafeterías y oficinas, pero nos dejamos la bola de cristal y las cartas del Tarot. “¿Quién esparcirá al azar los pozos del café?”, dice una canción memorable de Héroes del Silencio.
Indicios y no adivinación. Identificamos indicios. “Los periodistas deben volver a conectarse con sus lectores”, decía en una entrevista en 2018 Nic Newman, actualmente profesor invitado del Reuters Institute for the Study of Journalism y miembro fundador del sitio web de noticias de la BBC. El Reuters Institute acababa de publicar su informe anual ‘Journalism, Media and Technology Trends and Predictions’ y Newman era uno de los coordinadores de este documento imprescindible para los que nos dedicamos a analizar la comunicación.
Con cierta perspectiva, ese “conectar con sus lectores” se ha vuelto en algo básico para los medios que deben encontrar su propósito. Y es que debemos pensar en tres ejes fundamentales para los nuevos medios de comunicación: comunidad, verticalización y audiovisualización. Enfoquémonos, en este caso, a evolucionar la idea de la comunidad alrededor de los medios de comunicación.
Según ‘Digital News Report 2021’, también del Reuters Institute, “la crisis ha acelerado nuevos modelos de negocios como la suscripción y la membresía pero en la mayoría de los casos todavía ni siquiera se acerca a compensar los ingresos perdidos”. Potenciar la comunidad, no obstante, no es solo hacer pasar por la taquilla de cobro a tus lectores para salir adelante. Ni tan solo es una cifra en ComScore. Más bien es establecer un “vínculo estable y horizontal con los usuarios de cada medio”, como dice el fundador de Mediapart, Edwy Plenel en ‘Five Journalism Tips from Edwy Plenel’ (Global Investigative Journalism Network, 2021).
Y es que eldiario.es, Mediapart, La Marea, Tortoise, The Guardian, Quartz, La Silla Vacía, Agência Pública, TheSkimm, Ojo Público o El Faro son ejemplos de medios que han apostado por la membresía como elemento de conexión entre los periodistas y su audiencia.
Sobre el periodismo se han cernido en los últimos años crisis de legitimidad, financiación e independencia. Evolucionar la conexión con los usuarios es un “contrato social, según el cual los miembros brindan su tiempo, dinero, energía, conocimientos y conexiones para apoyar una causa en la que creen. A cambio, reciben transparencia y posibilidades para colaborar de manera significativa con la sostenibilidad y el impacto del medio”, afirma Ariel Zirulnick en ‘The Membership Guide’.
Un periodismo de servicio
En los momentos actuales aún pensamos en grandes audiencias y no en comunidades. Es lógico que si los modelos de negocio actualmente de muchos medios están enfocados al consumo masivo y al clickbait, quede lejana la construcción de una comunidad. En verdad, ambas perspectivas son compatibles aunque el valor fundamental del periodismo debe estructurarse en ser útiles a nuestra sociedad y a nuestros ciudadanos. En los valores democráticos, en los valores de la contrastación y la verificación, pero también en la construcción de un periodismo útil y necesario para cubrir las necesidades de los usuarios y ayudar a solucionar sus problemas.
“Parques públicos” para potenciar la comunidad
“Necesitamos espacios públicos [digitales], construidos con el espíritu de Walt Whitman, que nos permitan reunirnos, comunicarnos y compartir algo más grande que nosotros”, decía Eli Pariser en la revista Wired: “To Mend a Broken Internet, Create Online Parks” (“Para reparar un Internet roto, cree parques en línea”). Los medios ahí tienen buenas oportunidades.
Medios como Quartz o Tortoise han establecido espacios de debate entre prescriptores y su comunidad. En el caso del medio fundado por el ex BBC James Harding, Thinkin es una plataforma de relación con los lectores para hablar de periodismo y los problemas que afectan a diferentes comunidades en el Reino Unido.
Pero lo cierto es que la construcción de la confianza no es solo una cuestión ni de festivales (como los que organiza TheSkimm, Wired o Recode) ni de espacios físicos. Más bien de espacios mentales y de mente abierta. En el pasado se insistió que la convergencia de las redacciones era un espacio físico con una mesa central en la que periodistas del ámbito digital compartían lugar con los periodistas de papel. Pero la cuestión siempre ha sido mental: estar preparados para construir de colaboración y co-creación.
Plataformas en la creación de comunidades
Por último y a tener en cuenta. En la perspectiva de la creación de comunidades, debemos entender estas comunidades como receptores y creadores de contenidos propios. Hemos visto el crecimiento de plataformas que permiten y desarrollan la economía de creación de contenidos. En un sentido amplio, las redes sociales y, en particular, plataformas como Patreon o Discord se unen a plataformas audiovisuales como YouTube, TikTok o Twitch en la creación de estos contenidos y, sobre todo, la monetización de estos. La perspectiva sobrepasa las cabeceras para llevarnos a los proyectos periodísticos individuales o a la mancomunidad de diferentes proyectos personales a un propósito común.
[+] Este artículo ha sido publicado en ‘Tendencias 2022’ sobre comunicación y periodismo de Story Baker