Existen dos tendencias significativas, según Jeff Bullas, en el ámbito de las redes sociales que hay que considerar. Por una parte, los nuevos lenguajes narrativos basados en los contenidos audiovisuales tienen un poder cada vez mayor. Conocemos las tendencias en alza del consumo en plataformas como Youtube en la distribución de vídeos. No obstante, redes sociales como Instagram o Pinterest son el claro ejemplo de las nuevas formas de visualizar contenidos.
Por otra parte, el móvil como principal plataforma de consumo de contenidos es otra de las tendencias que hay que subrayar en este 2012 y que serán extremadamente significativas durante el próximo año.
El periódico The Guardian, por ejemplo, ha estrenado estos días una nueva adaptación web para móviles. Tanya Cordrey, directora digital de Guardian News and Media asegura que “a principios de 2011 los dispositivos móviles suponían poco más del 10% de las visitas a los productos propios de The Guardian. Casi dos años más tarde, la cifra alcanza el 30%”.
Cifras sociales de vértigo
Facebook ha sobrepasado los 1.000 millones de usuarios; cada dia más de 5 millones de imágenes son compartidas en Instagram; si Twitter fuera un país, ya sería el décimosegundo en cuanto a población; cada segundo dos personas se unen a LinkedIn. Son cifras nada despreciables.
Ya son residuales los medios de comunicación que desarrollan sus contenidos a través de los canales sociales. Y cada vez se penalizará más a los medios que no entiendan que las redes sociales nos acercan a los consumidores pero también exigen una respuesta rápida y una participación mayor en la construcción de contenidos por parte de nuestras audiencias.
Contenido de calidad
Las redes sociales no son un objetivo sino un instrumento para distribuir eficientemente los contenidos y establecer una relación participativa extensa. Si la exigencia de la escucha activa y de la participación es alta, no será menos la calidad de los productos. En el caso de los medios de comunicación, los lectores se mueven en un ecosistema informativo en el que la superproducción de información ‘commodity’ (información con poco valor exclusivo y diferencial) es el denominador común. Dice el experto en comunicación Jeff Jarvis que “los periódicos no deberían dedicar recursos a noticias que se han convertido en ‘commodity’”. No sólo deben trabajar en el link de calidad y, por consiguiente, en la curación de contenidos, sino también en encontrar fórmulas eficaces para optimizar el contenido que se crea, adaptado a diferentes plataformas y diferentes lenguajes. No se trata de hacer contenido refrito sino de adaptarlo.
Servicios más allá de la información
Por otra parte, los medios deben potenciar su vertiente como distribuidores de servicios. ¿Por qué no constatar que hasta la aparición de Google Traductor un inmenso tráfico de El Mundo del siglo XXI se debía a su diccionario castellano-inglés? ¿Por qué los medios de comunicación españoles, por ejemplo, no tienen aplicaciones móviles basadas en el ocio y los servicios?
Las aplicaciones de medios de comunicación se han convertido en grandes aglutinadores de noticias (y buenas plataformas como hemos visto en las cifras de The Guardian), pero en la medida que hay una saturación informativa, las empresas de comunicación deben explotar su vertiente como servicio a la sociedad y entretenimiento. Sólo en España se contabilizan 12 millones de usuarios activos de aplicaciones móviles con 2,7 millones de descargas al día.
Por todo ello, en la medida que los contenidos distribuidos a través de las redes sociales se puedan considerar no sólo bienes informativos sino también de servicio; que aumenten su calidad con ayuda de la propia audiencia; y que se distribuyan por canales adaptados y multiplataforma (ver La carrera de los diarios de pago en tabletas), los medios de comunicación podrán disponer de una oferta rentable (contenidos generadores de dinero) y en garantías tras los muros de pago. Sin una oferta de calidad y nativa, las suscripciones se convertirán en contenedores llenos de refritos y malas copias que los usuarios no estarán dispuestos a pagar.
El consumidor ha visto como las formas de relación con los productos cambiaban. Los mercados se han visto superados por las exigencias del consumidor y hay nuevos retos en la distribución de contenidos muy excitantes para el próximo año. ¡Bienvenido 2013!