¿Una ardilla puede ser más relevante que gente muriendo en África?

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«Una ardilla muriendo al frente de tu casa puede ser más relevante para tus intereses ahora, que gente muriendo en África” dijo Mark Zuckerberg a un periodista sobre el funcionamento del Newsfeed en Facebook. Es la relevancia que se impone en la red basada en criterios de la personalización de los contenidos. Según el experto Eli Pariser, «ha habido un cambio en la forma que fluye la información en Internet». Facebook igual que Google realiza constantemente algoritmos sobre lo que buscamos y la información que consultamos. Prioriza lo que nos gusta y esconde lo que no nos gusta. Es lo que Pariser denomina ‘filtros burbuja’.

Recientemente Cheri Percy analizaba cómo debería ser la personalización de los contenidos online de una empresa como Starbucks. La fascinación por las múltiples opciones que te ofrecen esta marca de cafeterías en el mundo real se podría trasladar al mundo virtual. Esa es la base de la reflexión de Percy. Personalizar los contenidos es una forma, a priori, de combatir la sobrecarga de producción o intoxicación. No somos capaces de procesar toda la información que nos transmite Internet. Según Alfons Cornella, la personalización «… consiste en responder personalizadamente a las necesidades del usuario. (…) Dar un mejor servicio al cliente pasa, posiblemente, por darle un servicio interactivo, es decir, por establecer un diálogo con el cliente, una conversación». Amparo Frías detalla que los sistemas de personalización de la información en Internet pueden ser de diferentes tipos según se usen palabras clave, boletines, espacios de información personal o RSS. No obstante, la generalización del uso de las redes sociales hace que nos informemos de una forma demasiado simplificada y, a la larga, excesivamente sesgada.

«Buscamos un entorno que coincida con nuestras creencias»

No es una cuestión únicamente en referencia al ámbito digital. El psicólogo Asier Arriaga advierte que solemos «atender sólo a aquella información que corrobora nuestras ideas previas, y a evitar la que la contradiga, de forma que preferimos escuchar y memorizamos mejor todo lo que encaja en nuestras creencias». Es lo que llamamos como sesgo de atención selectiva’. «Buscamos un entorno que coincida con esas creencias, por ejemplo rodeándonos de personas y leyendo periódicos o escuchando programas de nuestra misma opinión», asegura Arriaga.

Los algoritmos, tal y como sugiere Quique Azcona en Canal PDA, pueden ser fácilmente reventados gracias a unos sencillos consejos. No obstante, ¿somos suficientemente honestos para construir un periodismo a la medida no sólo de los sesgos selectivos sino de las buenas prácticas profesionales? La mediación de los periodistas está cambiando y el uso masivo de las redes sociales debe ser una forma de añadir posibilidades a nuestro papel como curadores de información. 

Viejas cabeceras y nuevos proyectos

No obstante, que ‘El País’, ‘El Mundo’, ‘ABC’ y ‘La Razón’ haya perdido el 40% de sus ventas en los cinco años de crisis no es una anécdota. El hecho que las cuatro grandes cabeceras españolas han perdido 296.392 lectores desde 2008 no es solo una cuestión económica sino de la pérdida de credibilidad en general de la profesión. En medio de las batallas ideológicas surgen nuevos proyectos digitales que apuestan por lo esencial: la profundidad más allá de la información ‘commodity’. Estos días arranca un nuevo medio de comunicación digital en los Países Bajos: De Correspondent. En poco más de seis meses, se han materializado más de 20.000 suscriptores que han aportado más de dos millones de euros. Es la atracción de los lectores por una nueva forma de hacer periodismo que De Correspondent lo materializa, tal y como apunta Fran Barquilla en su blog El Tipómetro, en un manifiesto concreto.

En España, Infolibre, Voz Populi, ElDiario.es, Mongolia, Jot Down y próximamente Acuerdo, están trabajando en esta línea en cuanto a filosofía y financianciación. Es tiempo para el crowfunding, el crowsourcing, la participación y el papel de la audiencia en la producción de información. Según el estudio de ECCO International, «los periodistas utilizan las redes sociales para buscar información y no para conversar». Pilar Millán se plantea si los periodistas pueden ser objetivos. Quizás la cuestión a plantear no sea la objetividad sino la honestidad y la defensa de un periodismo de más largo recorrido en el que no mande un logaritmo ni estemos demasiado pendientes de Google Analytics y la cultura del click fácil. Keep Calm and Journalism