Alejandro Laso (Madrid, 1982) es director de Innovación y Estrategia en El Confidencial, el tercer medio generalista más leído a diario en España. Estudió Periodismo e Informática, dos carreras que hace unos años parecían antagónicas. En 2000, aún sin pisar un aula universitaria, montó varios medios de comunicación locales en Madrid (radio y diarios online) y dirigió varios cursos de periodismo. Pasó por la prensa deportiva (Mundo Deportivo), por la radio (Onda Madrid, Onda Cero) y otros medios digitales. En 2010 aterrizó en El Confidencial donde dos años más tarde fundó Elconfidencial.LAB, el área de innovación, producto y nuevas narrativas del medio.
En 2013, El Confidencial creó el Laboratorio de Innovación. ¿Con qué objetivo se ideó esta área?
El objetivo principal fue acelerar el salto digital de El Confidencial. Hasta ese momento el periódico había pasado por una etapa que fue la creación de un producto informativo diferente, de muchísima calidad y rigor, y por otra en la que se habían añadido nuevas secciones para completar la oferta informativa y atraer a nuevos lectores. Gracias a haber seguido esos pasos y en ese orden, El Confidencial se convirtió en un producto de éxito, con una audiencia sólida con un 70% de ‘parroquianos’. Es en ese instante cuando nuestro consejero delegado impulsa la creación de ElConfidencial.LAB con la que arranca la tercera etapa del periódico, en la que nos encontramos, donde apostamos decididamente por la innovación y la tecnología.
El Laboratorio es el área de innovación, estrategia de producto y nuevas narrativas de El Confidencial. Las personas que integramos en inicio este área habíamos pasado por la redacción y conocíamos a la perfección el medio. El objetivo era separarse de la vorágine del día a día de los contenidos y trabajar con más perspectiva en la segunda velocidad y en la estrategia de producto. La creación del Laboratorio supone convertir al medio en una empresa de tecnología sin perder su esencia. De hecho, el principal cambio que introdujimos fue involucrar al departamento técnico en la estrategia de la compañía.
«La creación del Laboratorio de El Confidencial supone convertir al medio en una empresa de tecnología sin perder su esencia»
Es algo habitual en los medios anglosajones pero no tan extendido en España. ¿Cuáles fueron vuestras inspiraciones?
Cada laboratorio es diferente según el medio en el que se encuentre y las necesidades a las que se enfrenta. Incluso ese laboratorio que nosotros montamos en 2013 en El Confidencial, ahora no tendría sentido en el mismo medio. Se trata de cubrir las necesidades que haya en cada momento y evolucionarlo. Durante estos dos años hemos incubado muchos proyectos que luego han pasado a formar parte del día a día de la redacción y cuando eso se produce, el Laboratorio tiene que buscar un nuevo camino y empezar a recorrerlo.
¿Qué estructura tiene el Lab y cómo se constituye el día a día?
Tenemos cuatro equipos de trabajo cada uno de ellos orientados a diferentes productos: CMS, movilidad, desarrollo de audiencias (growth) y nuevas narrativas (gráficos, vídeo y periodismo de datos). Cada equipo está compuesto por un jefe de producto, un diseñador y un equipo técnico. Cada grupo trabaja de forma independiente hasta el punto de que son capaces de sacar productos por sí mismos. Es como si cada uno de esos cuatro equipos tocase un instrumento, que al sonar al mismo tiempo reproducen una pieza acústica perfecta.
«Tenemos cuatro equipos de trabajo cada uno de ellos orientados a diferentes productos: CMS, movilidad, desarrollo de audiencias y nuevas narrativas»
Cada proyecto pasa por varias fases: ideación, análisis, prototipado, diseño, refinamiento, desarrollo, despliegue y de análisis de resultados. Trabajamos en ‘sprints’ de una semana en los que desarrollamos productos de valor para los usuarios con los que vamos aprendiendo y añadiendo valor en iteraciones posteriores. Actualmente el laboratorio lo componen treinta personas.
¿La investigación y el desarrollo es una forma de ganarse el respeto de los nativos frente a los medios digitales más tradicionales?
Yo creo que no es cuestión de ganarse el respeto, sino de saber adaptarse a la realidad. Si tú no innovas, lo hará otro y si te relajas enseguida te quedas fuera. Nosotros no estamos en la ‘lucha’ con los ‘legacy’, sino que nuestro foco está puesto en el lector. Queremos que nuestros ‘parroquianos’ cada día encuentren en El Confidencial un producto de muchísima calidad, con contenidos diferentes, plurales y combativos. Ese cóctel es el que hace que el 70% del tráfico que recibimos cada día sea directo. La máxima de El Confidencial siempre ha sido ‘sorprender a los lectores y preocupar a los competidores’ y ese es el secreto que nos ha colocado como el tercer medio más leído a diario tan sólo por debajo de El Mundo y El País.
¿Cuál es el principal reto al que se ha enfrentado el Lab de El Confidencial?
Hemos vivido dos realmente importantes. El primero fue el cambio de plataforma y de CMS que abordamos en 2013 donde rehicimos los cimientos tecnológicos del periódico y que nos ha permitido poder innovar y crecer de una forma más rápida. Y el segundo, y el más reciente, ha sido el rediseño del periódico que vio la luz el pasado mes de febrero. Ha sido un cambio disruptivo en el que hemos apostado por una web más visual, responsive y con nuevos formatos publicitarios que han supuesto el primer paso en el proyecto de ecosistema de dispositivos en el que nos encontramos.
¿De qué forma se puede mejorar el engagement con los lectores? ¿Se puede llegar a potenciar una intensa propuesta de periodismo ciudadano?
Es uno de los principales retos que tenemos por delante. Hasta ahora los medios de comunicación se dirigían a los lectores y les obligaban a consumir la información de una forma pasiva. La gran oportunidad que se abre es que el canal de comunicación sea bidireccional, poniendo a los lectores al mismo nivel que los contenidos. Esto es algo que ya está ocurriendo en todos los sectores, pero en el periodístico aún hay mucho por hacer. Desde ElConfidencial.LAB estamos poniendo el foco en nuevos formatos de contenidos más centrados en el engagement y en pocas semanas lanzaremos un producto que se centrarán en lanzar retos a los lectores en lo que será nuestra primera incursión en el ‘periodismo ciudadano’ más allá de las redes sociales y Whastapp.
«La gran oportunidad que se abre es que el canal de comunicación sea bidireccional, poniendo a los lectores al mismo nivel que los contenidos»
En tu caso, eres informático y periodista. ¿De qué forma deben evolucionar en sus competencias los periodistas actuales?
El perfil periodístico que buscamos es el de una persona con ganas de proponer ideas y explorar nuevos caminos dentro del medio y en las redes sociales. Debe conocer las posibilidades de las nuevas narrativas y saber explotarlas, manejar las herramientas de visualización de datos, no tener miedo a maquetar o a programar, y tener amplios conocimientos de analítica web. Hay un gap enorme entre lo que te enseñan en la carrera y lo que se pide actualmente en las empresas periodísticas. No es nada fácil encontrar este tipo de perfiles en el mercado y ahí es donde los periodistas que buscan trabajo tienen una oportunidad.
«El perfil periodístico que buscamos es el de una persona con ganas de proponer ideas y explorar nuevos caminos dentro del medio y en las redes sociales»
Vuestra participación en ‘Offshore’ y ‘LuxLeaks’ os ha posicionado a nivel internacional. ¿Qué dificultades tiene implicarse en proyectos de esta magnitud?
Uno de los aspectos clave de nuestra participación en ambos proyectos ha sido el disponer de una Unidad de Datos que tenía plena familiaridad con la cantidad de información que ha sido necesario manejar. Además, la colaboración con otros periodistas, a través de las plataformas que el ICIJ nos ha proporcionado y que ya son parte del ADN del periodismo de hoy.
Desde un punto de vista editorial, ha sido importante que nuestro director diera plena disponibilidad de tiempo las personas que se dedicaron a estos proyectos. Además, ha sido necesario tomar decisiones importantes: ‘¿Publicamos toda la base de datos?’ ‘¿Estamos seguros de que queremos llamar al implicado dos semanas antes de la publicación y no con un día?)’; y también estratégicas, como el orden de publicación, el diseño, o la colaboración con laSexta en SwissLeaks. Todas ellas nos han hecho crecer como periódico y aprender.
[Tweet «»La gran oportunidad que se abre es que el canal de comunicación sea bidireccional»»]En este sentido, ¿el periodismo de datos es la próxima frontera a conquistar?
No, es la realidad que ya está aquí. Basta con ver el Pulitzer de este año es una historia de periodismo de datos. Lo próximo será que no se hable de periodismo de datos, sino simplemente de «periodismo». Los datos son una herramienta para contar historias más sólidas, historias que sean patrones y no anécdotas, historias que involucren a lectores y no los traten como sujetos pasivos, historias transparentes de cara al público e historias que convierten en útiles los millones de datos públicos desperdigados por el mundo. En España, a día de hoy las unidades de datos son la avanzadilla de la tendencia ya en marcha. Nosotros tenemos la suerte de contar con Daniele Grasso que ha puesto a la Unidad de Datos de El Confidencial como referente. Los periódicos que a día de hoy no cuenten con periodistas especializados en datos, simplemente se verán obligados a cambiar de idea.
«En España, a día de hoy las unidades de datos son la avanzadilla de la tendencia ya en marcha»
A menudo insisto que una de las oportunidades del periodismo está en su carácter de servicio. ¿Profundizáis en este concepto en vuestro medio?
Por supuesto. Cada vez que veo las audiencias de televisión y compruebo que El Tiempo es uno de los espacios más vistos de la parrilla me hace reflexionar sobre cómo algo tan sencillo puede ser una herramienta potente por el carácter de servicio. Nosotros estamos trabajando en ofrecer una experiencia de navegación personalizada a nuestros lectores dependiendo del dispositivo en el que se encuentre y de sus intereses. Esa será la base para poder empezar a desarrollar power apps o servicios avanzados más allá de lo informativo.
«Estamos trabajando en ofrecer una experiencia de navegación personalizada a nuestros lectores dependiendo del dispositivo en el que se encuentre y de sus intereses»
En cuanto a vuestra estrategia mobile, ¿se puede trabajar en una propuesta de apps que vayan más allá de la app puramente informativa? Perdona, soy muy pesado en la idea de los servicios…
Sí. De hecho las apps puramente informativas de los medios de comunicación van a dejar de tener valor (si es que en algún instante lo han tenido) en un plazo menor del que nos esperamos. Con el aterrizaje de Facebook Instant Articles, Google Play Kiosko, Apple News y LinkedIN Pulse, el lector va a tener a su disposición una oferta informativa enorme en un entorno muy optimizado con el que los generadores de contenidos no podremos competir de forma individualizada.Nuestra oportunidad radica en trabajar en productos innovadores que el usuario no pueda encontrar en otro sitio, hacer la vida más cómoda al lector e ir ampliando nuestra mirada a otros sectores.
El Confidencial trabajará codo a codo con Google. ¿En qué consiste exactamente entrar en el proyecto Digital News Initiative (DNI)?
Se trata de un impulso que el sector necesitaba. En el último GEN Summit de Barcelona se podía palpar la nueva relación entre el gigante de Mountain View con los medios. Hasta el mes de julio no sabremos cómo se va a aterrizar la iniciativa, pero se habla de que habrá tres áreas de trabajo: producto, formación e innovación.
¿La financiación de Google puede haceros perder independencia respecto a las investigaciones de la Unión Europea a la empresa estadounidense?
En absoluto. El Confidencial será líder por su independencia. No pertenecemos a ninguna gran compañía de medios, el accionariado lo componen un grupo de amigos y nuestras cuentas están saneadas. El apoyo de Google nos ayudará a explorar nuevos caminos, pero no nos condicionará desde el punto de vista informativo.