Para los que seguimos con interés la comunicación política y su transformación digital es de obligada atención la figura del asesor de comunicación y consultor político, Antoni Gutiérrez-Rubí. Habitualmente comparte sus reflexiones sobre nuevas tendencias en el ámbito político, social y empresarial en diversos másteres de comunicación y en los libros y artículos que escribe para medios como El Periódico de Catalunya, El País o Cinco Días. Antes de volar hacia Bruselas para su participación en el programa especial ‘Spain decides’ de EuroNews para seguir la jornada electoral del 20 de diciembre, hemos arañado unos minutos de su apretada agenda para hablar sobre su más reciento libro ‘La transformación digital y móvil de la comunicación política’ (Fundación Telefónica, 2015).
Y es que Life Mobile Style que se impone en nuestra sociedad tiene correspondencia en la organización y la estrategia de las campañas electorales no sólo de países como Estados Unidos sino también en España. Llegamos a las elecciones de este domingo con el despliegue de unas campañas en la que el entorno digital cada vez tiene más importancia. De las campañas de Barack Obama a Hillary Clinton, pasando por las iniciativas del PSOE, PP y los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, con Gutiérrez-Rubí repasamos lo que representa el móvil en la comunicación política actual.
Hemos llegado a la madurez de las campañas digitales?
Hemos llegado a la madurez que sin ella sería difícil hacer campañas electorales. Estamos en la movilización de la comunicación y de la interacción entre los candidatos y los electores. Confío que a partir de ahora vayan hacia una conceptualización en la que lo digital esté plenamente consolidada para evitar la tentanción de convertir lo digital en meramente un espacio publicitario, como si fuera televisión, prensa o radio. Si empezamos ‘digital first’ mucho mejor, porque las características de lo digital tiene una naturaleza especial: transparencia, transversalidad y participación.
«Las características de lo digital tiene una naturaleza especial: transparencia, transversalidad y participación»
En el actual panorama político, ¿qué partido está aprovechando mejor el uso del móvil?
Diría que hay digamos dos grandes diferencias: Unos que aprovechan como parte o extensión de la movilización electoral y otros que usan el móvil como epicentro de la movilización electoral. En esto sentido, hay diferencias, primero, entre los partidos más tradicionales y los emergentes, que usan el espacio digital para su movilización. Por tanto, no es qué partido lo está usando más o menos sino de qué forma usa el entorno digital y la tecnología móvil.
En tu último libro hablas de múltiples ejemplos. ¿Cómo has recopilado tanta información?
La verdad es que es un trabajo de equipo que me ha ayudado indiscutiblemente. También hay que tener en cuenta que hay muchos datos disponibles. No es como buscar una aguja en un pajar. En tercer lugar, hay que tener en cuenta la acumulación de pistas y trabajos previos que me han permitido ir dando continuidad a los datos explicados.
En particular, has puesto énfasis en ejemplos de Podemos en cuanto a la participación. ¿De qué forma el producto resultante de las iniciativas participativas se asumen en los programas electorales de los partidos?
Son procesos que van más lentos de lo que debería ser y aún se están produciendo diferentes legitimidades a la vez. Los procesos de participación generan legitimidades con debates, medidas e iniciativas que se complementan con procesos propias de los partidos como grupos de discusión, comités de apoyo, órganos de los partidos, equipos técnicos y equipos de programa. Por tanto, hay diferentes niveles: niveles de legitimidad, de compentencias y, obviamente de narrativas y contenidos. A veces, es difícil compatibilizar estas diferentes capas. Lo que sí que parece es que hay disponible un volumen de datos y opiniones que no siempre son bien utilizados por los partidos políticos. Hay muchas iniciativas, muchos productos y muchas ideas muy sugerentes e interesantes en la sociedad civil que a veces no están bien acogidas ni recogidas. De todas maneras, desconfío de los partidos políticos que todas sus propuestas están hechas por ellos mismos.
«Desconfío de los partidos políticos que todas sus propuestas están hechas por ellos mismos»
¿El uso de las nuevas tecnologías por parte de los partidos políticos pone en jaque a los medios de comunicación como mediadores entre políticos y ciudadanía?
No, cambia la relación con los mismos. Los medios utilizan la conversación digital como una forma muy poderosa de fuente de información, por tanto, estamos en un momento en que unos y otros no compiten sino que los medios sirven para hacer eco de las mayoría de las noticias y propuestas de los partidos. Si no fuera por los medios, la difusión se vería muy empobrecida. Además, los medios casi siempre presentan organizaciones, empresas y partidos, pero en el entorno digital lo importante son las voces de los ciudadanos, más que los propios organigramas. Esta nueva dinámica en la que la reputación sustituye a los organigramas y la autoridad a la jerarquía es un fenómeno imparable.
¿Qué recomendación harías al próximo presidente del Gobierno español en materia de política digital?
Que nombre, como muchos otros gobiernos, un jefe digital que sea capaz de coordinar todas las propuestas del ámbito comunicativo gubernamental así como las infraestructuras de cultura, infraestructuras, recursos y equipamientos, todo aquello que tenga que ver con el entorno digital. Debería ser alguien que tuviera rango de vicepresidente digital. Tratar de armar todas las iniciativas tecnológicas, digitales y participativo en una política pública potente.