NFT y medios de comunicación: claves de desarrollo

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«¿Por qué un periodista no puede unirse a la fiesta NFT también?», se pregunta Kevin Roose en el New York Times estos días. El asunto es que quizás primero debemos entender cómo puede ser obras de arte digitales, tuits o cromos de la NBA virtuales que se venden por cifras millonarias. Hace unos días el artista digital Beeple vendió su NFT por 69 millones de dólares: una subasta histórica que lo coloca entre los tres artistas vivos más exitosos. El fundador de Twitter Jack Dorsey ha vendido el primer tuit de la historia por 2,9 millones de dólares en una subasta benéfica.

¿Qué son los NFT?

Los tokens no fungibles o NFT (sus siglas en inglés) son «la frontera más nueva en la fiebre del oro» de las criptomonedas, según Roose. Son artículos digitales que se pueden coleccionar que están certificados con un código único que sirve como registro permanente de su autenticidad y se almacena en una cadena de bloques llamada blockchain (sobre una cadena llamada Ethereum, en concreto). El blockchain es el sistema de contabilidad distribuida que subyace al bitcoin y otras criptomonedas.

Estos coleccionables se pueden comprar y vender como tarjetas comerciales, y la naturaleza de la tecnología blockchain significa que una vez que se crea un token, no se puede eliminar ni falsificar. Eso lo hace útil para artistas, músicos y otras personas que desean crear productos digitales de edición limitada. Para manejar estas tarjetas comerciales o fichas digitales hacen falta aplicaciones tipo wallets que operran en nuestros móviles o en la Red (al estilo de las que tenemos en nuestros móviles como Apple Wallet o Passbook en Android).

Por tanto, como nos podemos preguntar, ¿tiene sentido o se pueden aplicar los token no fungibles al periodismo y los medios de comunicación? Sí, por supuesto. Veamos cómo se está desarrollando el negocio en campos como la compraventa de arte, el coleccionismo deportivo, los activos digitales en el mundo del gaming o el negocio musical.

Como explica Guillermo Vega en El País, los NFT se encuentran fundamentalmente en seis sectores:

1. Compraventa de arte, sobre todo nativo digital.

2. Coleccionables (sellos como los de toda la vida, pero en formato digital).

3. Activos relacionados con videojuegos, como intercambios o armas para usar en títulos determinados.

4. Metaversos, es decir, compras en mundos digitales al estilo de la casi extinta página Second Life.

5. Deportes, sobre todo de fútbol, NBA y Fórmula 1.

6. Utilities, una especie de cajón de sastre que incluye nombres de dominio o entradas con valor añadido a determinados eventos.

Ya hemos dicho que Mike Winkelmann, aka Beeple, ha vendido su NFT «Everydays – The First 5000 Days» por varias decenas de millones de dólares en la prestigiosa casa de subastas Christie’s. En las últimas semanas, la venta de contenidos digitales mediante ha experimentado un crecimiento enorme. Una ilustración de Homer Simpson como Pepe the Frog, se ha vendido por cientos de miles de dólares. NBA Top Shot, una asociación entre la NBA y la compañía blockchain Dapper Labs que convierte videos destacados de baloncesto en criptocoleccionables únicos, tiene 230 millones de dólares en ventas desde 2019. El grupo Kings of Leon se ha sumado a la moda NFT, vendiendo millones de dólares en música en forma de tokens digitales, y el músico Steve Aoki, también ha marcado un hito hace unas semanas vendiendo diferentes piezas en un trabajo conjunto con el artista 3D, Antoni Tudisco.

A finales de 2020, el futbolista y emprendedor Gerard Piqué apostó por el negocio del fútbol fantasy a través de su participación como inversor en Sorare, una empresa de coleccionismo digital. Sorare ya utilizaba la tecnología blockchain Etherum para sus cromos coleccionables mucho antes de que los tokens no fungibles se convirtieran en un hype. Piqué, empresario activo ya en mundos digitales como los eSports, los contenidos audiovisuales o el desarrollo de nuevos negocios se anticipó al potencial de los NFT.

Por su parte, Sorare se fundó en 2018 y el juego se lanzó en diciembre de 2019. En su primer año logró incorporar a su plataforma de tarjetas digitales de jugadores a más de 100 clubes de diez países distintos. Algunos de los históricos equipos de la Champions League lanzaron sus tarjetas digitales en el juego este año, como el Bayern de Munich, el Porto, el Paris Saint-Germain o la Juventus de Turín.

«Los NFT pueden marcar una era»

Precisamente, desde el mundo del fútbol, Dídac Lee, empresario y ex directivo del FC Barcelona, considera que con los NFT «por primeva vez, los activos digitales pueden ser exclusivos y limitados». Estas características son para Lee un valor fundamental en este ámbito. «La escasez, la exclusividad y la explotación son características fundamentales para la evolución de los tokens fungibles». El fundador de varias empresas tecnológicas subraya que la tecnología Etherum permite asociar ‘smart contracts’, un tipo de instrucciones almacenadas en la blockchain que tienen la capacidad de autoejecutar acciones de acuerdo a una serie de parámetros ya programados. Sería algo así como una especie de royalties asociados a la obra o activo digital adquirido.

Lee, con el que trabajé en el desarollo de la estrategia digital del Barça, recuerda que el club blaugrana fue una de las primeras instituciones deportivas en tener digital cards en el ámbito del fútbol fantasy y cree que «los NFT abren una nueva era en el ámbito digital». Eso sí, «hay ejemplos que me parecen muy frikis y que no tienen sentido» como una ilustración CryptoPunk que se vendió por 7,5 millones de dólares.

Oportunidad para los medios de comunicación

Para los medios de comunicación, los NFT surgen como una muy buena oportunidad de añadir nuevas fórmulas en sus modelos de financiación. De la misma forma que Kevin Roose ha puesta su columna de opinión (Buy This Column on the Blockchain!) para venderla en el programa de acción benéfica del NY Times, la revista TIME ha diseñado su primera portada exclusivamente como una NFT , con el título en negrita «Is Fiat Dead?» Es un guiño a uno de sus diseños de portada más icónicos del 8 de abril de 1966 «Is God Dead?» y 3 de abril de 2017 «¿La verdad ha muerto?» ediciones – y un reconocimiento del auge de la moneda digital como clase de activo digital.

Las tres portadas se subastarán en SuperRare, un mercado de obras de arte digitales tokenizadas como artículos digitales criptocoleccionables que se comprarán y comercializarán. 

A principios de marzo, TIME comenzó a explorar su futuro NFT reuniendo a un pequeño equipo interdepartamental formado por el mismo presidente de la compañía, Keith Grossman, y varios otros para una iniciativa denominada ‘Proyecto C’, según cuenta Yahoo! Finance. El proyecto recibió la orientación de Marc Benioff, Mark Cuban, Guy Oseary y Anthony Pompliano, todos inversionistas prominentes a quienes Grossman atribuye haber dado forma a su pensamiento sobre la evolución de las NFT.

En una subasta de cuatro días de duración, el propietario de una galería de arte especializada en tokens no fungibles (NFT) pagó al medio digital Quartz 1 Ethereum (1.800 dólares) por el primer artículo de noticias vendido como NFT . Las ganancias de la venta se contribuirán a la Beca Lauren Brown de la International Women’s Media Foundation, que apoya a mujeres periodistas de entornos subrepresentados.

Otro ejemplo de las últimas semanas, The Associated Press (AP) vendió su obra de arte de token no fungible (NFT) por una suma considerable en solo ocho días poniéndola a subasta. La obra de arte, titulada «The Associated Press convoca las elecciones presidenciales de 2020 en Blockchain: una vista desde el espacio exterior», se vendió por aproximadamente 100 ETH (ETH, -5.16%) (180.000 dólares). El mapa que se ve en esta obra utiliza datos electorales que AP publicó en cadena utilizando el software OraQle de Everipedia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020.

Ahora mismo con estos ejemplos vinculados a los medios de comunicación podemos establecer que son las primeras ventas de artículos u obras de arte. Hay una vinculación clara como acciones benéficas y subastas solidarias. Pero el desarrollo de los NFT viene en un sentido amplio de considerar que son un ámbito más en el desarrollo de los modelos de negocio de los media. El documental de Adam Benzine, nominado al Óscar en 2015, «Claude Lanzmann: Specters of the Shoah» ha sido vendido como NFT. Con el documental, los nuevos propietarios han recibido otros activos digitales asociados como vídeos del director, el guión en pdf y otros elementos.

Portadas, artículos, documentales, noticias, fotografías, pero también experiencias en medios y con periodistas. De hecho, en la interesante conversación que hemos tenido con Dídac Lee, él me sugería y que yo puedo comprar un artículo de opinión de un periodista como NFT pero como contravalor de uso también debe considerarse la posibilidad que aparezca el nombre del propietario asociado y que haya intangibles asociados como tener derecho a tener charlas con dicho autor.

No creo que sean consideraciones banales en esta economía de la atención en la que como insisto muchas veces Netflix o Fortnite no venden contenidos sino experiencias. Ahí hay un infitino campo abierto para considerar nuevas fórmulas de financiación para los medios de comunicación y los periodistas o comunicadores. Sigue habiendo una dialéctica importante entre los autores y sus medios, entre las marcas personales y las marcas legacy.


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Los 100 mejores artículos sobre comunicación de 2021 - MiquelPellicer.com 27 diciembre, 2021 - 00:38

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