«Tenemos que aceptar que quizás lo que hacemos no sea suficientemente bueno; que los cambios que se están produciendo en el ámbito de la comunicación están afectando nuestro querido periodismo y nuestras publicaciones; que quizás no tengamos un contenido demasiado atractivo como para levantar muros de pago. Ni podemos seguir con las mismas secciones, ni los mismos productos informativos». Así de crítico se ha mostrado Eduard Voltas, editor de Time Out Barcelona en la sesión ’10 en Comunicació’ que ha organizado la Fundació Espai Català de Cultura i Comunicació’ (ESCACC).
«Mantenemos estructuras empresariales gigantescas con productos medio caducados»
«En lo esencial no hemos cambiado y los editores no se hacen las preguntas básicas», dice Voltas, para quien se habla demasiado de tecnología y marketing y poco de periodismo. «La gente cada vez más tiene la sensación que lo que lee en el periódico de papel de la mañana ya lo ha leído en la edición digital la tarde antes», advierte Voltas.
«¿Tiene sentido abordar la crisis de los periódicos y las revistas sin preguntarse sobre la calidad del producto?»
«Los medios viven secuestrados por los departamentos tecnológicos y marketinianos; tenemos que recentralizar el eje del periodismo en los contenidos de calidad», advierte el editor del segundo Time Out con más lectores del mundo, tras la edición de Londres. «Calidad, calidad, calidad», pregona Voltas para salir de la crisis: «si los medios quieren superar la crisis deben ofrecer contenidos más atractivos».
¡Ojo! la culpa no sólo la tiene los editores y los empresarios del ámbito de la comunicación. Hay estopa para los propios periodistas. «La pereza de los periodistas a salir a la calle, a buscar información, publicando simplemente teletipos, es una de las grandes limitaciones que tiene la prensa en la actualidad». Autocrítica y sentido común. Sobre todo tras una mañana en la que el tótem periodístico español, El País [leer ‘La foto que El País nunca debió publicar‘], se ha comido por tota la escuadra una falsa foto de Hugo Chávez. ¿Dónde queda ahí la calidad y la contrastación? La excesiva preocupación en la competencia nos hace pisar el acelerador y convertirnos en suicidas al voltante. Se agradece encontrar entonces pequeñas sesiones como la de la ESCACC para reflexionar y respirar aire puro. En este sentido, en las antípodas de este periodismo de velocidad vertiginosa lo representan publicaciones como la citada Delayed Gratification, digno representante de lo que Voltas subraya como ‘Slow Journalism’, periodismo pausado y reflexivo.
«Tenemos que aceptar que quizás lo que hacemos no sea suficientemente bueno»
El Modelo Time Out: información, inspiración, decisión y compra
Las cifras de las ediciones de Nueva York y la capital inglesa de ‘Time Out’ son vertiginosas. No obstante, la edición catalana no se queda atrás. De hecho la edición de Barcelona es la segunda con más lectores globales. Con este cojín de audiencia (y con números con beneficios en el último año), Voltas anuncia un giro hacia una edición multiplataforma, multiidioma y enfocada al #ecommerce, en un modelo basado en la información, la inspiración, la decisión y la compra. Además, la edición londinense patrocina eventos culturales y se muda del periodismo clásico a la hostelería abriendo locales ‘Time Out’. Son los servicios al lector una nueva forma de entender de forma amplia los objetivos de las publicaciones del presente-futuro. Y es que la comunidad, lectora o productora de información, es fundamental en este y otros modelos en los que la opinión no es un mero trámite sino una forma de reiventar el periodismo.
Ante la crisi del modelo de negocio de la prensa: nuevas formas de relación entre los medios; entre los medios y los periodistas; entre los medios y los lectores. Antes de levantar muros de pago, cabe la reflexión y el preguntarnos qué vamos a ofrecer.