Editor’s Choice #44
Coincidiendo con el Dia del Libro, la doblemente oscarizada actriz Jessica Lange, pasó por Barcelona para presentar en el Centre d’Arts Santa Mònica la exposición de sus «instantes fotográficos» con el título, atractivamente visual por ser una exposición de fotografía, de ‘Unseen‘ y que estará hasta el 28 de junio de 2015.
«A veces capto cosas que ni he visto» declaró durante la presentación, ya que ella misma revela y positiva los carretes en blanco y negro tal y como se hacía antes que lo digital nos ‘obligara’ a ver las imágenes en el mismo instante que se disparan. Un proceso laborioso, todo hay que decirlo, que le permite descubrir fotogramas que no recuerda haver disparado. Encerrarse en un cuarto oscuro, colocar el carrete en el tanque, calcular los líquidos necesarios para su revelado, proceder según el tipo de película, dejarlos secar y hacer los contactos para visualizarlos detenidamente ya no se puede considerar un trabajo, es el ritual emocional de descubrir un propio tesoro escondido durante un tiempo. Fue su tercer marido y director de cine, Sam Shepard quién, al regalarle una cámara fotográfica Leica M6, potenció su necesidad de fotografiar esos instantes.
La exposición se estructura en cuatro espacios visuales: las fotos realizadas en los viajes a Italia, Finlandia, Rusia y su Minnesota natal y otros tres espacios que destacan su faceta fotoperiodística en México. Las imágenes no tienen títulos ni fechas ya que Lange ha tomado la decisión de presentarlas sin que importe ni cuando ni donde se han hecho. Sabemos que han sido hechas en estos países porque ella mismo lo ha dicho. Y los otros tres espacios dedicados exclusivamente a retratar la vida en México, un lugar que considera «mágico y fascinante«. De México presenta la fiesta con sus bailes, el carnaval en Chiapas y la religiosidad en la cuaresma. «Me encantan sus rituales, su vida cotidiana y su gente» comento en la rueda de prensa. Las fotografías de Europa aparecen muy estáticas mientras que las de México están llenas de vida.
Y perros. En cada colección hay una imagen donde aparece un perro callejero. No nos aclaró esta cuestión pero es fácil intuir que el ir y venir de un perro en busca de comida o placer podría asimilarse al ir y venir de la Jessica Lange que quiere pasar desapercibida en su búsqueda desordenada de instantes que plasmar en los negativos.
El positivado de las imágenes parece ser que es manual, es decir, se coloca el negativo en una ampliadora donde se proyecta la imagen en un papel fotográfico sensible, imprime la imagen, se coloca el papel en una cubeta con líquidos y aparece la imagen positivada manteniendo el marco negro en todas las imágenes como signo de pureza fotográfica, así ninguna imagen ha sido recortada o reencuadrada. Como promulgó Cartier Bresson en que había que encuadrar primero y luego disparar. En todas excepto en una que está en el espacio de la religiosidad durante la cuaresma en la que se ve un vendedor de cd’s y el marco derecho de la fotografia aparece ‘duplicado’. O se le encalló el fotograma al pasar (cosa que dudo de una Leica M6) o es cosa de la ampliadora y su positivado. La imperfección también es bella.
