19º Fotopres, nuevos formatos de la fotografía documental

Guerrilleras de Rebecka Bíró y Victoria Montero

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Editor’s Choice #51

Diez exposiciones en una. Así se presenta el 19º Fotopres en un formato que rompe con lo que se había visto hasta ahora: la fotografía documental se nutre de video, instalaciones y redes sociales para hacer llegar sus propuestas, que en esta ocasión versan sobre la immigración, los no-sitios y la adaptación a un entorno nuevo sea un barrio de una gran ciudad, una prisión o a la vida corriente. Y estas propuestas becadas por ‘la Caixa’ y con seis fotógrafos de la agencia Magnum Photos como tutores, nos muestran unos lenguajes que traspasan el simple formato de una fotografía.

Durante un tiempo, las exposiciones de fotografía documental o fotoperiodismo, se limitaban a explicarnos una historia, un hecho o una situación que implicaba al fotógrafo en la lucha o el sufrimiento de los fotografiados mediante la concatenación de fotografías con un relato visual completamente lineal. Las imágenes se nos presentaban en blanco y negro, con unos contrastes a veces exagerados y con una dureza visual para conseguir retener al espectador. Hace unos años, las imágenes en color reclamaron la posibilidad de ser partícipes en las historias.

En el 19º Fotopres, que se podrá ver en el Caixaforum de Barcelona hasta el 18 de octubre de 2015, en algunas propuestas se ha traspasado la frontera de la fotografía en formato horizontal o vertical: Jon Cazenave muestra una sola foto como sacada de una ampliación de microscopio y las demás se van pasando como un carrusel en una sala oscura; Arnau Blanch presenta sus fotos pegadas las unas con las otras con paneles de 1,70 cm.; Borja Larrondo, Pablo López-Learte y Diego Sánchez trazan sobre un mapa de un barrio de Madrid, mediante hilos conectados, los espacios donde han disparado las fotografías e incorporan un carrito de la compra con alimentos; Rebecka Bíró y Victoria Montero, con su reportaje Guerrilleras, añaden las voces de las mujeres explicando sus vivencias. Hay además autores más clásicos, que se decantan por formatos ya conocidos pero no por eso menos interesantes como Sebastián Liste que convivió con los presos de la prisión Villa Hermosa de Venezuela donde los presos tienen armas y no hay guardianes, representado como una ciudad dentro de otra, en escrupuloso blanco y negro contrastado con la dureza visual de la que hablábamos antes. O David Mocha que nos enseña el barrio de Bonavista de Tarragona, un no-sitio tant habitual en la fotografía japonesa, en la que los habitantes han dado identidad con su presencia. También me gustaría destacar el trabajo del colectivo El Cíclope Mecánico con ‘El frente‘ donde se relata la vida a un lado y otro del estrecho de Gibraltar o de otro colectivo, los de No Photo con ‘This is Spain‘ donde, de diferentes puntos de la geografía española han hecho postales turísticas.

Aquí os dejo cinco de las diez propuestas.

Everybody needs good neighbours de Arnau Blanch

En este caso, el autor ha vuelto a su pueblo donde los ejes de comunicación por carretera, el aeropuerto y la vía del tren han fragmentado. Blanch intenta demostrar con unas imágenes de gran formato presentadas con paneles, un no-sitio, un lugar sin alma y un pueblo en constante confrontación con esos ejes.

Sin título del proyecto Everyboby needs good neighbours de Arnau Blanch

Mis abuelos vivían en una masía en esta población donde mi madre nació y donde yo pasé largos veranos y voy a menudo, ya que, como dice un buen amigo argentino «puedes cortar un árbol pero las raízes quedan» y, esa sensación tan solo la he notado al voltear el pueblo gracias a esos ejes de comunicación pero nunca cuando paseo por sus calles y hablo con su gente. Da la sensación que muchas imágenes que podrían explicar mejor esa situación se quedaron en la cámara.

 

Aquellos que esperan de Borja Larrondo, Pablo López-Learte y Diego Sánchez

Interesante propuesta de estos autores que decidieron empaparse de un barrio de Madrid con sus problemáticas y desajustes viviendo en un piso alquilado para conocer mejor a sus ‘vecinos’. De ahí ha salido una propuesta arriesgada pero completa donde, mediante unos hilos, conectan los espacios fotografiados, sitúan a los personajes y cuentan la historia de una madre luchadora que perdió a un hijo por la droga que ha creado una asociación. La incorporación del carrito de la compra con alimentos es totalmente suprimible. Es un certamen de fotografía, no de arte con una instalación. La incorporación del video también pasa desapercibida por insulsa.

Aquellos que esperan de Borja Larrondo, Pablo López-Learte y Diego Sánchez

 

Guerrilleras de Rebecka Bíró y Victoria Montero

La vida después de la lucha armada. Un tema que, no por recurrente, pierde interés si se cuenta bien. Y en este caso, son tan importantes las imágenes como la historia que nos cuentan de cada guerrillera, como fue su vida en la selva y su vuelta a la vida corriente. La incorporación de las voces de las mujeres añade un testimonio interesante.

Guerrilleras de Rebecka Bíró y Victoria Montero

 

Vista Hermosa de Sebastián Liste

El reportaje clásico y puro de fotoperiodismo. La mezcla de una cárcel, un país suramericano, armas, desgobierno y vida diaria dan como resultado un trabajo que nos traslada a un submundo organizado por los propios presos con sus quehaceres diarios, sus bodas, sus hijos y mujeres donde la inexistencia de guardianes añade un punto de sorpresa en el espectador que enseguida entiende el porqué. Sebastián Liste estuvo entrando y saliendo de la cárcel durante dos meses. Fue el único al que se le permitió. Un reportaje de jugarse la piel involucrándose para contar una historia.

Vista Hermosa de Sebastián Liste

 

Surviving Greece de Mattia Insolera

Este es el caso de un fotógrafo que lleva la implicación de su trabajo hasta la extenuación. Mattia Insolera ha decidido colgar la cámara fotográfica por un tiempo y la razón que esgrime es que ha quedado desengañado de la profesión. Mattia Insolera vivió con los immigrantes afganos sus penurias por encontrar un sitio donde dormir, algo que ponerse a la boca e intentar sobrevivir. Utilizando Facebook, los immigrantes quieren demostrar a sus familiares que todo va bien. Las imágenes de Insolera (grandes) se complementan con las imágenes sacadas de la red social donde los chicos afganos cuelgan sus fotos (pequeñas) de ellos mismos contentos, con amigos, saludando. Muy lejos de lo que realmente viven.

Surviving Greece de Mattia Insolera