A pesar de Threads, la nueva red social de Meta, las redes sociales han muerto tal y como las conocíamos. En ‘Social Media is Dead’ Sydney Bradley y Amanda Perelli abordan cómo las redes sociales han experimentado un declive y cómo las plataformas han evolucionado. Las autoras justifican en este artículo con un titular super clickbait su argumento teniendo en cuentas algunos puntos. A observar lo siguiente:
- Hacia plataformas privadas. Los usuarios están compartiendo menos contenido en plataformas como Instagram, lo que sugiere una disminución en la interacción activa y la participación en las redes sociales. En cambio, los usuarios están migrando hacia aplicaciones de mensajería y grupos cerrados para compartir de manera más privada y más íntima. Las redes sociales quizás no sean tan divertidas como antes. La polarización política nos vuelve más introvertidos en nuestras opiniones políticas. ¿Tenemos que expresar lo que pensamos del conflicto Israel vs Hamás? ¿Ya nos cansamos de dar nuestro apoyo a Ucrania contra Rusia?
- Profesionalización del contenido. El contenido en plataformas como Instagram se ha vuelto más profesional y curado, lo que puede alejar a los usuarios que no se sienten cómodos con esta presión de mantener un estándar elevado en sus publicaciones.
- Más consumo de contenido. Se argumenta que las personas están consumiendo más contenido en lugar de crearlo, lo que sugiere un cambio en la dinámica de las redes sociales de ser plataformas donde se compartían experiencias personales a convertirse en espacios de entretenimiento pasivo.
Es el fin de las redes sociales “tal cual las conocíamos”, detalla Carlos Guadián, añadiendo cifras para contextualizar esta evolución mediática. A pesar de Threads, que nace como el Twitter de Meta y lo comparamos como tal. Camino complicado porque Threads no sólo se compara con X sino también con ese unicornio de colorines de nuestra Arcadia social media que era Twitter. La red ahora controlada por Elon Musk es una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hide, con personalidades múltiples, en tiempo pasado, presente y futuro. Teniendo en cuenta un ciclo electoral en 2024 con elecciones en Estados Unidos y en el Parlamento Europeo, X puede ver cómo los contenidos se radicalizan de forma consciente para ganar polémica y visualizaciones. X está enganchada a la droga del odio y a la manipulación política.
Camino complicado para Threads porque no sólo se compara con X sino también con ese unicornio de colorines de nuestra Arcadia social media que era Twitter
La relación con medios de comunicación
Es interesante descubrir de la misma forma este artículo de The Audiencers sobre redes sociales: ‘Playing the social media game: how publishers can learn and benefit from social’. Las redes sociales siguen siendo relevantes para los medios. O no tanto. Se acabó la luna de miel entre medios y empresas tecnológicas. Los medios de la AMI demandan a Meta por competencia desleal y reclaman más de 550 millones. La Asociación de Medios de Información (AMI), en representación de 83 medios de información españoles, denuncia que el 100% de los ingresos por venta de publicidad segmentada de Meta se han obtenido de forma ilegítima.
Por otra parte, el tráfico referal a los principales sitios de noticias globales desde Facebook de Meta y X (aka Twitter) han disminuido drásticamente durante el último año, según datos de Similarweb. Dice Sara Fischer que los modelos de negocio de sitios web que dependían de los clics de las redes sociales ahora no funcionan. «La presión y las preocupaciones por la libertad de expresión han empujado a los gigantes tecnológicos a abandonar los esfuerzos para mejorar la calidad de la información, lo que deja al público más susceptible a la desinformación antes de las elecciones de 2024», dice Fischer. En este gráfico vemos la evolución de agosto de 2020 a agosto de 2023.
Reinventarse o morir
Dice Lauren Goode que «después de 25 años de actualizaciones de estado, feeds de noticias, tweets inteligentes, fotografías performativas y pergaminos interminables, las empresas de redes sociales estadounidenses que han captado nuestra atención y la han monetizado con tanto éxito se han quedado sin ideas nuevas y están buscando reinventarse».
El proceso de evolución del ecosistema de redes sociales pasa ahora mismo por la copia de funcionalidades. Casi todas las funciones principales de las redes sociales han sido copiadas o iteradas por aplicaciones rivales, lo que hace que la mayoría de las principales plataformas de redes sociales comience a verse igual. Los gigantes de las redes sociales tienen un largo historial de adopción de funciones populares e integración en sus propias aplicaciones para seguir siendo competitivos.
Estos días, otro aspirante al trono de Twitter, Bluesky ha lanzado nuevas funcionalidades: un reproductor de música y vídeo integrado en la aplicación y una nueva función para “ocultar publicación”… Ay, ay, ay… Bluesky se parece a X; X se parece a Instagram; Instagram a TikTok; TikTok a Snapchat; Snapchat a… siga la flecha.También aquí ilustramos con una línea evolutiva sobre qué novedades se han ido implementando.
Threads, la novedad ¿pasajera?
Desde hace unos días, Meta ha lanzado en Europa Threads. La aplicación fue lanzada en julio pero no ha llegado al continente europeo hasta finales de 2023 después de tener que pasar el filtro de la Ley de Servicios Digitales. En Estados Unidos, como decíamos, la aplicación se lanzó en verano. Su hype en ese momento no aguantó demasiado a pesar de ser la red social impulsada por Mark Zuckerberg en competencia con X. Veremos qué pasa con esta red social, si es una moda pasajera o se consolida.Threads, competidor de Twitter, «necesitará una propuesta de valor más convincente que simplemente ‘Twitter, pero sin Elon Musk’, afirmava Anthony Bartolacci, director general de la firma de datos de marketing Sensor Tower, a CNBC.
En un sentido parecido, analiza Ina Fried: «Hoy en día, Threads es en gran medida un clon de Twitter, pero el formato no definirá el producto; su éxito estará determinado por quién lo usa y para qué».
Medir el impacto de las redes sociales
En la esfera digital actual, existe una creciente preocupación sobre cómo las grandes plataformas de redes sociales, bajo la dirección de figuras influyentes como Elon Musk, están impactando en los valores democráticos y la soberanía digital. Este panorama ha generado debates sobre la necesidad de una versión pública y plural de estas plataformas, que pueda garantizar una mayor inclusión y respeto por la diversidad de opiniones y perspectivas.
En este contexto, ¿se podría plantear la idea de desarrollar un Índice de Desarrollo Digital (IDD), inspirado en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, para evaluar las plataformas digitales más allá de su éxito comercial? Lo planteo en el artículo publicado en la revista COMeIN de los Estudios de Información de la UOC. Este índice se podría enfocar en aspectos como la calidad de la información, prácticas de privacidad, inclusión y diversidad, impacto psicosocial, transparencia corporativa, participación cívica y democrática, y bienestar de los trabajadores.
El IDD podría ser una herramienta vital para guiar tanto a usuarios como a reguladores en la evaluación y el uso de estas plataformas, potenciando así un liderazgo más responsable en el avance tecnológico y la protección de las democracias.