La apuesta de Mark Thompson para reinventar el futuro de CNN

CNN apuesta por la suscripción digital para reinventarse en la era post-televisión
El sector de los medios de comunicación vive una revolución sin precedentes. Así lo afirma Mark Thompson, actual director ejecutivo de CNN, en una entrevista reciente con el Financial Times. En un momento marcado por la caída sostenida de las audiencias televisivas tradicionales y un entorno político cada vez más hostil hacia los medios independientes, Thompson prepara una profunda reestructuración para reconvertir la cadena en una plataforma digital de suscripción con aspiraciones globales. El objetivo es ambicioso: construir un negocio digital capaz de generar más de 1.000 millones de dólares anuales en ingresos antes del final de la década.
La estrategia pasa por el lanzamiento de una serie de productos digitales, algunos fuera del ámbito puramente informativo, con fuerte componente de estilo de vida y cultura. El primer producto está previsto para este mismo año, seguido de otros a partir de 2026. Thompson, que ya lideró con éxito la transformación digital del New York Times, pretende aplicar una fórmula similar: diversificación de contenidos, pago por suscripción y una experiencia adaptada a los nuevos hábitos de consumo. CNN ya ha empezado a implementar un muro de pago parcial en su web y afirma que los primeros datos superan las expectativas.
Thompson define este momento como una “disrupción enorme” del panorama mediático, tanto en términos de audiencias como de modelo de negocio. La cadena —fundada en 1980 como la primera televisión de noticias 24 horas— fue durante décadas sinónimo de cobertura global. Pero el cable, motor de su éxito, se ha convertido ahora en una limitación. Mientras cadenas como Fox News han experimentado subidas de audiencia impulsadas por el regreso de Donald Trump a la presidencia, CNN ha visto cómo su audiencia caía un 8 % en el primer trimestre del año.
“Defender una cobertura global de noticias es una ventaja competitiva, aunque no siempre sea una ventaja táctica inmediata”
La respuesta de Thompson no es competir con ruido ni polarización, sino construir una marca fuerte centrada en el periodismo riguroso y global. En sus palabras: “Defender una cobertura global de noticias es una ventaja competitiva, aunque no siempre sea una ventaja táctica inmediata”. En este sentido, reafirma el compromiso de CNN con la cobertura imparcial de cualquier gobierno, sea del signo que sea, y advierte del riesgo de confundir el papel del periodismo con el de la oposición política.
Guerra abierta de la Casa Blanca
La dimensión política es, sin embargo, imposible de ignorar. Trump ha reanudado su guerra abierta contra los medios, acusando públicamente a CNN y otras cadenas de actuar como “brazo político del Partido Demócrata”. Su administración ha empezado a restringir el acceso a medios como Associated Press o Voice of America, imponiendo condiciones inaceptables para los estándares periodísticos. Ante esto, Thompson defiende la labor de asociaciones como la White House Correspondents’ Association y reclama el derecho de la prensa a ejercer su función de vigilancia sin interferencias.
CNN cuenta con un presupuesto de más de 70 millones de dólares, proporcionado por su matriz Warner Bros Discovery, para ejecutar esta transformación. Aunque no se ha detallado la estructura exacta de los nuevos servicios, sí se anticipa que incluirán productos no convencionales, más allá de los formatos televisivos clásicos. Al igual que en el New York Times, donde Thompson impulsó verticales de cocina, juegos o bienestar, la diversificación parece ser una de las claves del nuevo modelo.
No es la primera vez que CNN intenta un giro hacia el streaming. En 2022, el servicio CNN+ fue cancelado apenas semanas después de su lanzamiento, tras la fusión de WarnerMedia con Discovery. Ahora, sin embargo, el contexto ha cambiado: la urgencia por captar audiencias digitales, el aprendizaje acumulado y la experiencia de Thompson configuran un escenario más propicio para esta nueva apuesta.
En el fondo, lo que está en juego no es solo el futuro de CNN, sino el de todo el sector informativo en un ecosistema saturado, fragmentado y cada vez más condicionado por intereses políticos. Thompson lo tiene claro: “No creo que esto sea fácil. Nuestra industria está atravesando una revolución”. Pero su visión es firme: construir una CNN más allá del cable, centrada en el suscriptor y basada en una oferta amplia, flexible y de calidad. Si lo consigue, marcará un nuevo capítulo no solo para la cadena, sino para el periodismo global.