Soy periodista de investigación especializada en el análisis de datos. Es reportera y miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), así como vicepresidenta del grupo español de la Open Knowledge Foundation. En los últimos años ha publicado trabajos sobre los paraísos fiscales, el tráfico de tejidos humanos, la sobrepesca y el abuso de medicamentos psiquiátricos de los niños tutelados en Estados Unidos en medios como The International Herald Tribune, Le Monde, El País, El Mundo, El Confidencial, The Huffington Post y la cadena pública estadounidense PBS, entre otros. En 2012 obtuvo el premio Larra otorgado por la Asociación de la Prensa de Madrid. La última investigación del ICIJ se llama Chinaleaks.
En las últimas investigaciones llevadas a cabo por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) hemos comprobado que existen millones de documentos. ¿Cómo se gestiona este enorme volumen de información?
El Consorcio lleva trabajando más de dos años en una gran filtración de muchos gigas de información, que son difíciles de gestionar. La primera cuestión es ¿por dónde empezamos a mirar? Es muy importante no sólo la colaboración con muchos periodistas que han mirado qué documentos eran los más importantes sino la colaboración con programadores informáticos que han ayudado, primero, a que la documentación fuera legible; segundo, a desgranar y a estructurar los documentos para después poder hacer que parte de la información estuviera disponible de forma online. Por tanto, es una mezcla entre periodismo de investigación de toda la vida con nuevas técnicas de periodismo de datos y, además, trabajo con otras profesiones, como en este caso, programadores.
«Es muy importante no sólo la colaboración con muchos periodistas que han mirado qué documentos eran los más importantes sino la colaboración con programadores informáticos que han ayudado»
¿Cómo empezastéis a trabajar?
Es un trabajo muy largo. Empezamos a principios de 2012 con un pequeño equipo de personas que tenían acceso de copias que se llevaron a sus países esta información. Era un grupo muy pequeño de menos de diez personas. Cuando empezamos a mirar los datos vimos que era imposible que esas diez personas revisaran toda la información y que se necesitaba la colaboración de más periodistas. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, además de medio de comunicación, es una red de 175 periodistas en más de 60 países. Así dividimos la información de tal manera que podíamos mandar al miembro de Paquistán la lista de nombres associados a este país. Así distribuímos el trabajo a lo largo del mundo a través de nuestros miembros porque había mucha información relacionada con diferentes países.
¿Cuál fue el siguiente paso?
De ahí recogimos la inteligencia colectiva y con esta información publicamos en abril de 2013 la primera investigación sobre paraísos fiscales que la llamamos Offshore Leaks. Lo que sí dejamos para una siguiente fase fue la información referente a China, por la complejidad de esa información. Desde el pasado julio hemos estado trabajando con un equipo IT y equipos específicos en China, Taiwán y Hong Kong para que entre periodistas del consorcio, especialistas en programación y periodistas de la zona pudiéramos investigar más de 37.000 nombres relacionados. Es lo que acabamos de publicar a finales de enero y que llamamos Chinaleaks, donde explicamos lo que ocurre en China sobre el uso de la élite china de los paraísos fiscales.
¿Toda gran investigación periodística empieza con una filtración?
No, para nada. Lo raro es que haya una filtración. Si echas un vistazo al resto de proyectos del Consorcio, anteriormente hemos estado investigado, por ejemplo, por qué los mares se están quedando sin peces; hemos estado investigando el contrabando de tabaco; hemos estado investigando el tráfico de tejidos humanos. Todas estas investigaciones partieron de una idea ahí nos pusimos a investigaciones. En España existe mucha confusión sobre qué es periodismo de investigación. Se confunde periodismo de investigación y periodismo de filtración. Mucho periodismo de investigación que se ha hecho tradicionalmente en este país es periodismo de filtración. El periodismo de filtración deja de serlo en el momento que te pones a trabajar para buscar más fuentes, para contrastar, para ver cómo es de sistemático. La investigación sobre paraísos fiscales empezó con una filtración pero te recuerdo que hemos estado más de dos años analizando los datos y alrededor de 110 periodistas han estado trabajando. Si existe una filtración, sólo es el inicio.
«El periodismo de filtración deja de serlo en el momento que te pones a trabajar para buscar más fuentes, para contrastar, para ver cómo es de sistemático»
¿Que es exactamente el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ)?
El Consorcio es un medio de comunicación que surgió en Estados Unidos, en Washington en 1997. Es un proyecto que depende del Center for Public Integrity (Centro de la Integridad Pública). El ICIJ es como el brazo internacional de este Centro. Lo que es el Consorcio es un medio de comunicación que publica informaciones a nivel transnacional, y a la vez, es una red de periodistas que colaboran en esas investigaciones internacionales en temas que afectan a diferentes países y que cruzan las fronteras. Somos alrededor de 175 periodistas de 60 países, como he dicho anteriormente. Yo, por ejemplo, soy una de los miembros en España.
¿Cómo se financia el ICIJ?
Es una organización sin ánimo de lucro pero no somos una ONG como podría ser Greenpeace o Intermón-Oxfam que tienen agenda y objetivos concretos. Nuestra financiación no viene por grandes campañas de publicidad sino por donantes filantrópicos que pueden ser grandes fundaciones o personas que puedan dar dinero. Recientemente un donante australiano no financió con un millón de dólares para poder investigar. Hay mucha gente que cree en el periodismo de investigación y que ayuda a mantener y promover la democracia y, sobre todo, a evitar la corrupción.
¿Dentro de los donantes puede haber personas que analizadas en la investigación sobre paraísos fiscales?
Podría darse el caso. Los donantes dan dinero pero nuestra independencia es total. Todos los años publicamos todos los donantes y organizaciones que han donado dinero. Por lo tanto, es muy fácil trazar quienés son los donantes. Normalmente, los casos que tenemos tienen que ver con grandes fundaciones. Hay diferentes filántropos pero las que aportan más son fundaciones como Open Society o fundación holandesa que se llama Adessium. Es más remoto que sean individuos. Insisto que a pesar que fundaciones o individuos den dinero no tienen ningún control editorial sobre lo que publicamos. La independencia que tenemos sobre los temas y lo que publicamos es total.
«Nos hemos acostumbrado desde que llegó la democracia en España a uno o dos periódicos de cabecera con el mismo modelo, dependientes de la publicidad»
¿Ves el futuro del periodismo más enfocado a este tipo de organizaciones como el ICIJ que a medios tradicionales?
No creo que sea una cosa mejor respecto a otra. Creo que el futuro del periodismo es un ecosistema mucho más mixto que el que tenemos a hora. Nos hemos acostumbrado desde que llegó la democracia en España a uno o dos periódicos de cabecera con el mismo modelo, dependientes de la publicidad. Hasta hace poco les íba bien y hasta compraban televisiones. Esto se ha acabado. Se viene un ecosistema con algunos medios de los de siempre con modelos de financiación con variaciones y otras experiencias nuevas. Está claro que los modelo tradicionales no funcionan al 100% en estos momentos. Habrá otro tipo de actores con otro tipo de modelos. Por ejemplo, ElDiario.es intenta otro tipo de modelo, promoviendo los socios. Infolibre está intentando conseguir suscripciones. En el Consorcio tenemos un modelo que en España es difícil de hacer. No obstante, hay también la Fundación Ciudadana Civio, sin ánimo de lucro. Igualmente, Gumersindo Lafuente promueve Por Causa, que intenta sostenerse con grandes donaciones. En Estados Unidos hay alrededor de 70 organizaciones sin ánimo de lucro que intentan promover el periodismo de investigación.
¿El periodismo de investigación en España tiene sentido con la Ley de transparencia que se ha propuesto?
Entrará en vigor a finales de 2014, a nivel nacional. Creo que el periodismo de datos no se haya practicado más sistemática hasta ahora tiene que ver bastante con el hecho que hasta ahora no tuviéramos una Ley de Transparencia. Es muy difícil acceder a datos en España pero estamos en el siglo XXI y ya hay muchos datos online en las páginas web de los ministerios y en otras páginas oficiales. Hay datos publicados en formato pdf que se pueden extraer. No tenemos una Ley de Transparencia aún en vigor para poder acceder a ciertos datos pero sí se puede practicar periodismo de datos. Hay muchos huecos en el sistema y, por ejemplo, también hay una ley de acceso a la información medioambiental que nos permite pedir información. Hay que tener en cuenta que Navarra y Extremadura ya tienen leyes de acceso a la información y por tanto, sumado al hecho que hay cada vez más herramientas accesibles que nos ayudan a investigar, hay ahora mismo una tendencia al alza de periodismo de datos. Los datos y el análisis de datos están incorporándose a las noticias tradicionales y que dan un valor añadido a nuestras informaciones.
Mar Cabra: Es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense y máster en Periodismo de Investigación por la Universidad de Columbia de Nueva York, que realizó como becaria Fulbright. Ha trabajado para la BBC, CNN+, El Nuevo Herald/The Miami Herald y laSexta Noticias. Además, puso en marcha y dirigió la Fundación Ciudadana Civio hasta diciembre de 2012. Es profesora de periodismo de datos en el Master de Periodismo de Investigación de Unidad Editorial e impulsora de diversas iniciativas sobre esta disciplina.