La vida no da para leer todo aquello que nos gustaría. Y las vacaciones, por más que queramos apurarlas, tampoco son suficientes para ponerse al día con la lista de libros pendientes que muchos llevamos a cuestas. Sea como sea, seguiremos ampliándola con la esperanza de burlar al tiempo alguna vez. En este blog, por si acaso, las recomendaciones sobre periodismo que no falten:
1. La banda que escribía torcido, de Marc Weingarten
La editorial Libros del K.O. nació con el propósito de recuperar el periodismo en su versión más extendida para ser escrito y leído sin prisas ni límites. Así, su catálogo es una delicia en general, pero en particular destacan obras como esta, la cual relata el nacimiento del llamado nuevo periodismo a través de los excéntricos profesionales que lo impulsaron. Una buena opción para conocer un episodio de la historia contemporánea de la comunicación y un saber hacer en el que inspirarse para hacer mejores crónicas de nuestra época.
2. El hambre, de Martín Caparrós
No es una lectura fácil. Y el número de páginas – más de 600 – o el estilo del autor no son el motivo, ni mucho menos. El problema viene más bien por el golpe que recibe la conciencia del lector. Caparrós no engaña con el título de su obra – aquí la única protagonista es el hambre –, como tampoco lo hace con el contenido, basado en numerosos viajes por todo el mundo para retratar un problema que afecta a casi mil millones de personas y que depende de un sistema que especula con ello. Testimonios reales, reflexiones personales e informaciones contrastadas convierten a este ensayo en un imprescindible para quien quiera mirar hacia una cruda realidad y entenderla.
3. Siria, el país de las almas rotas, de Mónica G. Prieto y Javier Espinosa
Otra alternativa que puede causar desasosiego. Sin embargo, del mismo modo que la anterior, justamente por eso es aconsejable. Se trata de una muestra de verdadero periodismo publicada hace apenas un par de meses por dos profesionales acreditados, Mónica G. Prieto y Javier Espinosa, que han cubierto este conflicto desde el principio. Eso significa que se han expuesto sobre el terreno, pero también lo han hecho en el papel. Porque contextualizar una guerra no es sencillo, mucho menos cuando esta se ha enquistado en lo político y en lo informativo. De nuevo, comprender una situación puede ser un primer paso para cambiarla.
[Tweet «10 propuestas sobre periodismo, de la mano de @LaBellver»]4. The News, de Alain de Botton
Por qué las noticias son como son, hasta qué punto influyen en nuestra percepción de la realidad y cómo se podrían plantear de otro modo. Todo ello, apoyado con ejemplos reales publicados en diferentes medios. Sin duda, una invitación a reflexionar filosóficamente sobre el periodismo, pero de una forma didáctica, a través de un relato ameno e, incluso, con notas de humor. En resumidas cuentas, ya que no somos capaces de dejar de ponernos al día, la intención del autor es hacernos parar un rato para analizar qué sucede en nuestras mentes por ello. Y, ciertamente, lo consigue.
5. Edward Snowden: sin un lugar donde esconderse, de Glenn Greenward
La publicación de la filtración de Edward Snowden en The Guardian le valió un premio Pulitzer compartido. Porque él, junto a Laura Poitras, fue uno de los periodistas que se encontraron con el ex empleado de la CIA y de la NSA en Hong Kong para recibir la información sobre el programa de espionaje masivo que el gobierno de Estados Unidos tenía en marcha. Su compañera optó por el formato documental, pero Greenwald se ha decantado por el papel para contar cómo vivió todo el proceso en primera persona y para ampliar los datos sobre el que es uno de los episodios más perturbadores acerca de la seguridad en Internet y el abuso de poder.
6. Feminismo para principiantes, de Nuria Varela
Si la colección de éxito mundial Para dummies decidiese abordar el feminismo, no tendría más que incluir esta obra entre sus referencias. La periodista especializada en políticas de igualdad Nuria Varela ha redactado una guía básica que ha ido actualizándose con el tiempo – mejor hacerse con la edición más reciente – y que se ha convertido en un manual de consulta obligada para aquellos que aspiren a tener un conocimiento mínimo de la historia del feminismo, a saber cómo ha evolucionado este movimiento social hasta el presente, a comprender su importancia y a informar con perspectiva de género.
7. Frutos extraños, de Leila Guerriero
Otra recomendación firmada por una periodista. En este caso, por quien es considerada una de las grandes maestras contemporáneas de la crónica en castellano. Justamente, este libro se trata de la primera antología publicada en España del trabajo de la argentina Leila Guerriero. Sin duda, una opción para reconciliarse con el periodismo mediante historias informativas de lo más variopintas escritas con talento. Y, por descontado, para aprender a poner la actualidad en negro sobre blanco. Como ella misma afirma, “no hay nada más sexy, feroz, desopilante, ambiguo, tétrico o hermoso que la realidad”.
8. Ébano, de Ryszard Kaspuscinski
Siempre se dice que hay que leer a los clásicos y, hablando de periodismo, este es uno de ellos. Transmitir la esencia de un continente tan vasto como África a través de 29 relatos, en poco más de 300 páginas, es una proeza que solo está al alcance de plumas como la de Kapuscinski. Pero es importante recordar que no solo es cuestión de tener destreza al escribir – la narración descriptiva en primera persona de Ébano es una delicia –, sino de saber moverse en el plano de lo real – viajes y más viajes, entrevistas y más entrevistas – para contar la verdad, una condición que parece olvidada en muchas redacciones actuales.
9. El periodista y el asesino, de Janet Malcolm
La intención de este listado no es desmotivar a los compañeros de profesión durante sus ratos de lectura, pero la dosis de autocrítica que propone Janet Malcolm con esta obra es necesaria. Ella le valió admiradores y detractores a partes iguales. Y el comienzo del libro – “Todo periodista que no sea demasiado estúpido o demasiado engreído para no advertir lo que entraña su actividad sabe que lo que hace es moralmente indefendible” – todavía sigue siendo uno de los más citados. Con un ejemplar de El periodista y el asesino entre las manos estáis obligados a pensar sobre los vicios de la profesión y sus límites éticos cuando de investigar para un reportaje se trata. Solo por eso ya es meritorio.
10. Matar a un periodista: el peligroso oficio de informar, de Terry Gould
Sabor agridulce para concluir esta selección. Obviamente, lo amargo viene por recordar que muchos periodistas siguen siendo asesinados por, sencillamente, ejercer su profesión de forma correcta. Terry Gould repasa siete casos emblemáticos acontecidos en diferentes partes del mundo – Rusia, Filipinas, Colombia, Bangladesh e Irak – para probar la dureza del oficio que él también comparte. Y lo hace documentando de principio a fin cada una de las historias, por lo que no solo la sucesión de hechos es completa, sino también el perfil de los protagonistas, que son presentados con sus luces y sus sombras. “¿Y la parte agradable?”, os estaréis preguntando. Esta se puede leer entre líneas: afortunadamente, a pesar de los riesgos, muchos no renuncian a esta vocación en favor de la sociedad.
¿Es o no es un buen mensaje para acabar? ¡Feliz lectura y feliz verano!