Cristina Martín Jiménez: «Si el periodismo no hace su trabajo, si se banaliza, muere y sólo queda el espectáculo»

Soy escritora y periodista de investigación, experta en el Club Bilderberg, el lobby más exclusivo y elitista de occidente. Inauguré el I Foro de la Contrainformación celebrado en la Feria del Libro en Venezuela (2008) y fui invitada a una reunión secreta de intelectuales convocada por Fidel Castro (2011). Soy la autora del primer libro que se publicó en el mundo dedicado a analizar la poderosa y polémica entidad, que se convirtió en best seller. Diez años después publico mi cuarta obra, Perdidos. Los planes secretos del Club Bilderberg (Ed. Martínez Roca).

En 2005 ya escribiste El Club Bilderberg, los amos del mundo. En Perdidos vuelves a abordar este tema. ¿Cuál es el motivo?

Este club de personas influyentes y/o millonarias tiene sesenta años de historia. El mundo actual es obra de Bilderberg y esta crisis ha sido planificada por ellos. Lo que vengo denunciando en mis anteriores libros se entende mejor ahora que las personas se preguntan cómo es posible que de la noche a la mañana nuestras vidas hayan cambiado radicalmente. Este giro no es fruto de la casualidad sino de un plan genialmente pensado y preparado donde quienes tenían el poder y el dinero los han incrementado. Esta crisis es el argumento perfecto para cambiar las estructuras del mundo, afianzando las instituciones supranacionales que crearon precisamente los bilderbergs antes de la crisis, como la Unión Europea o el euro. Es algo que muchos intuyen y que he podido demostrar con las herramientas del periodismo de investigación. Otro motivo que me ha llevado a escribir Perdidos es ya que si ellos no han dejado de reunirse y trabajar, ¿por qué iba a dejar de hacerlo yo? Sinceramente, cuando escribí El Club Bilderberg. Los amos del mundo pensé que mi trabajo se quedaría en un solo libro, sin embargo, es un tema tan apasionante para una periodista y tan imprescindible de conocer para una sociedad democrática que diez años después tengo cuatro obras publicadas.

«Esta crisis es el argumento perfecto para cambiar las estructuras del mundo, afianzando las instituciones supranacionales que crearon precisamente los bilderbergs antes de la crisis, como la Unión Europea o el euro»

¿En qué primer momento pusiste tu atención sobre el Club Bilderberg?

El origen está en la Universidad de Salamanca, donde comencé a estudiar Periodismo. Al entrar en contacto con asignaturas como la Antropología, la Sociología, Historia de las Ideas Políticas, y salir de lo que era mi mundo hasta entonces, empecé a cuestionarlo todo. Vi que no había coherencia entre las declaraciones de los políticos y los resultados de sus supuetas actividades en la sociedad que observaba a mi alrededor. Los  dirigentes mundiales tenían que ser muy incompetentes, pues todo funcionaba al revés de cómo debería ¿o es que acaso esa incompetencia era buscada? Más de diez años de preguntas después, empecé a comprender cómo funciona realmente el mundo gracias a lo que descubrí en el interior del Club Bilderberg. Porque ellos no solo manipulan las finanzas y la economía sino lo que es aún más importante: la cultura, la educación y la comunicación, que es el canal genuino a través del cual los seres humanos nos unimos o nos enfrentamos. En este planeta impera más la emoción que la racionalidad. De modo que si controlas la comunicación, controlas los sentimientos de las personas, es decir, el odio y el amor. Hay gente odiándose que ni siquiera se conoce. Hay un odio a lo americano, a lo musulmán, a los ateos, a los cristianos y este odio depende de lo que algunos nos cuenten acerca de esos otros mundos que existen en este. Si hay odio ya pueden comenzar las guerras, que es un negocio extremadamente lucrativo para unos pocos.

«Si controlas la comunicación, controlas los sentimientos de las personas, es decir, el odio y el amor»

¿La teoría de la conspiración existe o es una denominación fácil?
Todo lo que se salga del guión oficial es rápidamente ridiculizado, denostado y silenciado. Al poder no le gusta que se aireen sus asuntos. ¿Qué es un secreto? Le preguntaron en una ocasión al ex asesor presidencial y bilderberg Henry Kissinger. A lo que este respondió: “Lo que uno no quiere ver en la portada del New York Times”. Algunos dicen que el Club Bilderberg ya no es secreto, pero después de sesenta años de reuniones solo lo he visto en una portada en una ocasión, en 2006 en el canadiense Ottawa Citizen. Y eso que tuvimos la oportunidad de llevarlo a portada en 2010 cuando se reunieron en Sitges.

«Hoy el periodismo está en las garras del poder y hay que zafarse de esas garras para hacer lo que nos es propio: denunciar los abusos e injusticias del poder, señalar a los corruptos y a la mentira»

El Club Bilderberg no es una teoría conspirativa, es una realidad porque hay pruebas y testimonios en primera persona que lo demuestran. Yo analizo una institución donde concurren los hombres y mujeres más influyentes y ricos del mundo. Es un hecho más que noticiable como para atraer la atención de los periodistas de todo el mundo y publicarlo en la portada de los periódicos y abrir los informativos. Pero los medios están más interesados en abrir con la gala de los Oscar o con un asesinato. ¿No parece extraño y sospechoso? Los hombres más poderosos del mundo se reúnen en secreto y la prensa les ayuda a mantener su secreto. Por comportamientos como este el periodismo ha alcanzado su punto más alto de descrédito y hoy se dice que hay que reinventar la profesión. No hay que reinventar nada solo hay que hacer periodismo. Hoy el periodismo está en las garras del poder y hay que zafarse de esas garras para hacer lo que nos es propio: denunciar los abusos e injusticias del poder, señalar a los corruptos y a la mentira. Si el periodismo no hace su trabajo, si se banaliza, muere y solo queda el espectáculo.

¿Qué diferencia Perdidos de otros libros que tratan este tipo de temas?
Que está escrito por una periodista que usa las herramientas del periodismo de investigación. Vivimos en una época de inmediatez pero hay asuntos que solo se comprenden y pueden contarse tras cientos de horas de observación y análisis de sucesos y documentos. Tras Wikileaks se habla mucho de documentos secretos, clasificados y desclasificados, pero ¿quién analiza los hechos? Por ejemplo, cuando Obama fue investido presidente denuncié en mi tercer libro, que extrañamente fue retirado del mercado al poco tiempo de su publicación, que era el mejor producto de marketing de los EEUU, de Bilderberg. Sin una observación previa de los hechos, de las personas, de las declaraciones, sin conectar todo este marasmo, no podría haberlo afirmado. Y ese estudio y observación necesita tiempo, así como aplicar las herramientas del periodismo. Hay que contrastar una y mil veces.

¿Qué papel tiene el periodismo en este contexto?
Lo que ocurre en cada una de sus reuniones afecta al mundo entero y, como periodista, me resulta un tema de interés prioritario. La función del periodista es vigilar y denunciar los abusos y corruptelas del poder, y el Club Bilderberg es el poder real aunque la mayoría cree que son los políticos y otras personas que aparecen en televisión. Al verdadero poder no le gustan los focos sino vivir oculto, pasar desapercibido. El verdadero poder es un emperador invisible. Sin una prensa que destape a esos poderes que actúan al margen de la ley no será posible una democracia ni una separación de poderes. Es hacia este tipo de sociedades secretas hacia donde el periodismo tiene que girar hoy la mirada si realmente queremos informar de lo que está ocurriendo en el mundo y de quiénes están haciendo que ocurra.

«Sin una prensa que destape a esos poderes que actúan al margen de la ley no será posible una democracia ni una separación de poderes»

¿Cuántos periodistas están invitados normalmente a este tipo de reuniones?

Se invita a uno o dos periodistas en cada reunión anual, con la condición de que guarden el secreto sobre lo que se hable en ella. El editor de The Economist suele asistir, así como la familia Graham, antigua propietaria del Washington Post. El presidente del grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, es miembro del Comité Directivo del club, lo que significa que él selecciona a los invitados españoles y decide, junto con el resto del Comité, los temas que se van a debatir. Para los bilderbergs, la franqueza es la regla de oro y, por ello, según argumentan, no hay ruedas de prensa ni comunicados. La prensa no está invitada ya que condicionaría la libertad de exponer sus ideas sin que se les malinterprete, según señaló su ex presidente, el aristócrata belga Etienne Davignon. ¿Por qué se les va a malinterpretar? ¿Acaso están decidiendo cuestiones que a los ciudadanos no nos benefician tanto como a ellos? Lo que demuestra la existencia de esta entidad es la mentira de la democracia que ellos mismos defienden. Sin información, sin separación de poderes y sin cultura y educación no puede haber democracia sino una dictadura encubierta.

¿Cuál es la respuesta de los medios de comunicación generalistas a Perdidos?
Autocensura, miedo, silencio. El poder asusta a los periodistas y un periodista atemorizado no es periodista sino un siervo del poder. Lo que la mayoría de las personas desconoce es que los dueños de los medios de comunicación tradicionales y los dueños del poder son los mismos. Los principales accionistas de los medios son banqueros internacionales o entidades de capital. Si los que han provocado la crisis y quienes nos la están contando son los mismos, ¿cómo vamos a esperar que nos digan la verdad?

Sobre el proceso de creación del libro. ¿Qué tipo de fuentes has utilizado?

Las actas de sus reuniones, las personalidades que han asistido, la historia, el análisis de documentos y sucesos que andaban dispersos y que en apariencia no tenían sentido lo han recuperado tras muchas horas de trabajo. Además, desde hace una década intento que algunos de los asistentes me concedan una entrevista, pero no hablan, han suscrito el pacto de silencio. Nuestros representantes políticos no pueden jurar la Constitución para reunirse en secreto con los poderes fácticos y quedar inmunes. Esto no es democrático. En Inglaterra algunos bilderbergs sí han hablado con periodistas. Y es así como debe ser.

Mar Cabra (periodista de ICIJ) hablaba en una reciente entrevista que en España se confunde investigación y filtración. ¿Cuánto hay de una y otra cosa en tu libro?
La filtración es interesada y, por tanto, peligrosa. Por ello hay que tener mucho cuidado. Yo suelo huir de ellas. Me han hecho llegar datos que quizás sean veraces, probablemente lo sean, pero prefiero no publicarlos para evitar posibles trampas. Soy muy exigente en este sentido. Mi libro es pura investigación, no contiene filtración alguna.

En Perdidos afirmas que “el cambio climático provocado por el hombre” es parte de la estrategia del Club como cortina de humo. Hay tantos estudios a favor como en contra…

Hay una manipulación de los datos y los hechos con respecto al cambio climático. Como en otras cuestiones, silencian en los medios de comunicación las voces contrarias a la postura oficial. La cuestión climática no es una cortina de humo sino que encierra una estrategia más profunda que comienza en la era Kennedy. En los años 60, el presidente encargó un estudio secreto para ponderar la posibilidad de un mundo en paz. Algunos de los estudiosos pertenecían a Bilderberg y a otros lobbys de poder y concluyeron que un mundo en paz no era posible. Dijeron que, por el bien de la humanidad, lo que para ellos equivale a decir por el bien de su modelo de capitalismo, había que estar continuamente en guerra. Por ello era necesario que los ciudadanos viviéramos en un estado de miedo perpetuo, fuera por las causas que fueran, y le entregaron al presidente una lista con generadores de temores. Apuntaron incluso una invasión extraterrestre y también indicaron una crisis climática. De modo que desde los años 70 nos alertan y asustan con la capa de ozono, los gases invernaderos, etc. Ahora es el cambio que la acción del hombre provoca en el clima y para que esta teoría fuera más creíble y prestigiosa le dieron el Nobel a Al Gore, su portavoz oficial. Pero un juez británico prohibió o condicionó la difusión de su documental en las escuelas, cosa que iba a ser obligatroria, al encontrar nueve errores o falsedades en ese trabajo. Ellos siempre mezclan verdades con mentiras. La verdad es que la tierra, su clima, sus volcanes están siempre en continuo cambio o movimiento. La mentira es que sea provocado por el ser humano. ¿La separación de los continentes también la provocamos nosotros? ¿Cómo? Lo que buscan con la estrategia del clima es reforzar el miedo, pues las personas que viven con miedo son más fácilmente manipulables. Si el poder busca controlar las emociones de las personas y, con ello, su comportamiento, su pensamiento y su postura en el mundo, el nivel de miedo no puede decaer. El fin de Bilderberg es controlar a la población mediante el miedo porque es la herramienta más eficaz. La supuesta pandemia de Gripe A y el supuesto cambio climático provocado por el hombre están dentro de su plan de amedrentamiento y control social.

¿Entonces, la alarma de Naciones Unidas es falsa?
La ONU es Bilderberg. No es una fuente fiable. En más, es una fuente peligrosa porque está interesada en que el mundo camine hacia la dirección marcada por el gran poder. Los terrenos de la sede de la ONU fueron donados por David Rockefeller, el alma del Club. Y tras la Sociedad de Naciones, es el segundo intento del poder invisible de establecer una especie de gobierno mundial, del que ha hablado el bilderberg Javier Solana y ya aparece en los libros de texto de 1º de bachiller. La ONU sería ese gobierno mundial al que aspiran, una especie de poder planetario cuyas leyes estarían por encima de las leyes soberanas de los países.

Los medios tradicionales difunden los comunicados del Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC) sin contrastar ni investigar los datos. ¿Por qué no le dan el mismo espacio en sus informativos y programas a los numerosos científicos que disienten de esta teoría? ¿Por qué silencian las voces contrarias? Eso no es rigor periodístico. Hay que mostrar las distintas aristas de una noticia. Cualquier crítica a la teoria onusiana es peligrosa para el poder, por ello hay que silenciarla. El IPCC viene fallando en sus predicciones desde hace años, pero la prensa no lo cuenta. Y, además, ¿quiénes son esos cientos de expertos invisibles a los que hacen alusión en sus comunicados? No aparecen nombres. Expliqué claramente este tema en mi libro, el que desapareció del mercado. Una prueba más de la censura en nuestra supuesta democracia.

«Los medios tradicionales difunden los comunicados del Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC) sin contrastar ni investigar los datos»

¿Obama también entra dentro de este plan?

Como he apuntado antes, Obama es el mejor producto de marketing de EEUU. Lo presentaron envuelto en un premio Nobel de la Paz sin que hubiera hecho nada por merecerlo. No cabe en lógica alguna que en solo un año como presidente le hubiera dado tiempo de hacer algo por la paz mundial, pero la prensa solo se ha preguntado qué hacía un Nobel de la Paz promoviendo guerras a raíz de lo de Siria. En el libro que fue retirado del mercado lo expuse con todo detalle en el año 2010. Sus dos administraciones están formada por bilderbergs, y sus decisiones están previamente programada por ellos. Obama es el caballo de Troya actual.

«Perdidos está lleno de pruebas de lo que el gran poder quiere; otra cuestión es que consigan todo lo que se proponen»