‘You-are-watching.me’, la ventana indiscreta del mundo
Editor’s Choice #61
Nos asomamos a la ventana y sencillamente observamos. Allí parados, captamos el movimiento o la quietud de una escena. Recibimos la información, la procesamos y sin quererlo, ya hemos construido una historia. No lo podemos evitar, va con nuestra existencia. Si el periodismo ha sido siempre la curiosidad de conocer lo que está pasando, lo reconozco, este proyecto a caballo entre el arte y la observación me ha hipnotizado.
Hasta ahora, las redes sociales nos permitían ver imágenes fijas o de pocos segundos: ‘you-are-watching.me’ nos lleva a ser simples observadores sin poder decidir lo que queremos ver ni si queremos cambiar de cámara. Este proyecto tan interesante se ha montado como una película que utiliza las imágenes de las cámaras de seguridad que quedan abiertas y de las que se tiene acceso por internet. No se indica de qué lugar son las imágenes: tampoco importa mucho.
Las imágenes se acompañan de sonidos, ruidos, conversaciones y una cierta melodía que recuerda la banda sonora de Neil Young para ‘Dead Man‘ de Jim Jarmush. Hasta un locutor comenta la gente y el tráfico que pasa en una imagen. En algunas ocasiones no ocurre nada, en otras solamente pasa alguien por delante, pero cada cinco segundos tenemos una perspectiva nueva, una ventana más a la que asomarnos. No lo escogemos nosotros ni podemos avanzar o cambiar de plano, pero lo mejor es que la película es en streaming y escena puede cambiar en la siguiente visualización.
Las autoras de ‘you-are-watching.me’ son Claudia Oliveira y Eva Domènech, especialistas en new media art que manipulan datos digitales y, en este caso, utilizar las cámaras de seguridad que quedan abiertas «por decisión de su propietario o por descuido«. El proyecto es una película con imágenes públicas pero que no compromete a nadie ya que las escenas se presentan ligeramente pixeladas (no como el Street View donde se han dado casos de personas entrando en lugares comprometidos para su reputación). Las creadoras comentan que «No somos del todo conscientes de las maneras en las que trackean nuestra vida cotidiana«.