Los niños y jóvenes como amenaza
Una imagen recurrente de la infancia y la juventud en los medios es la que asocia a los niños y jóvenes de zonas desfavorecidas con la inseguridad y la marginalidad. Instalandolos como el otro del cual hay que resguardarse. En el caso de Argentina, la esperanza de ascenso social; “mi hijo el medico”, la casa propia, el trabajo para toda la vida, son ideas arraigadas en la cultura popular Argentina, que se diluyeron en los 90. Como consecuencia de la aplicación de políticas neoliberales, gran cantidad de familias quedan excluidas del sistema laboral, iniciando un proceso de movilidad social descendente . “Ante la dificultad de nombrar a quienes quedaron más abajo en la escala social, la clase media los coloca en un universo diferente como si existiera un cerco. Detrás de ese cerco están los pobre que se convierten en delincuentes, en algunos casos los inmigrantes de países limitros y el movimiento piquetero. Los que están mas abajo conforman el universo de lo temido”. (Wortman, 2007). Nace así el imaginario de la inseguridad.
En tanto la socióloga Sandra Carli, también refiere a los 90´ como un periodo de cambio social en el que se percibe una gran paradoja “si la globalización de la infancia, te permite leer ciertos elementos comunes que tienen que ver con el impacto de la oferta de los medios sobre el consumo infantil, desde esta perspectiva lo que se ve es que las formas de apropiación son muy desiguales”.
La percepción de Inseguridad forma parte también del imaginario social y los medios han contribuido a instalar en el centro del problema a los jóvenes desafiliados como la gran amenaza social.
En tanto el sociólogo chileno Raúl Zarzuri Cortés, sostiene que “la violencia juvenil es un fenómeno muy complejo que en estos momentos es objeto de preocupación– en todo el mundo – pero que ha sido simplificado especialmente por los massmedia, los cuales, lejos de contribuir a entender la violencia (para estar en mejores condiciones de enfrentarla), contribuyen a su expansión sin límites visibles y manejables. De esta forma, las respuestas que tradicionalmente se han implementado y que han estado centradas en enfoques puramente represivos no sólo han dado pocos resultados, sino que además han provocado el efecto de hacer crecer desmedidamente este problema, cuestión que no ha ayudado a bajar la intensidad de éste”.
Las Estadísticas
“Niñez y adolescencia” así como “Derechos Humanos”, “Ciencia y tecnología”, “Educación”, , “Ambiente”, “Géneros” y “Pueblos originarios y migraciones” son las grandes ausencias de la agenda televisiva argentina. Así se desprende del monitoreo a 6 medios de comunicación audiovisual realizado por el Observatorio de Medios de la audiovisuales de la Defensoría del Público en 2014. Información que surge del análisis de 14.528 noticias y 554h 21m 41s de duración, solo el 0,8% de las noticias refieren a Infancia y Adolescencia.
Observatorios de Medios Audiovisuales
En Argentina funciona desde hace un par de años la Defensora del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual a partir de la implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522) . Se trata del organismo destinado a que los oyentes y televidentes puedan presentar sus consultas, reclamos y denuncias, a lo largo y a lo ancho del país.
Por su parte en la Universidad Austral, funciona el Laboratorio de la TV encargada de relevar 13 entidades que se dedican a escuchar a quienes consumen contenidos audiovisuales, y a promover su expresión y participación. Además de Argentina, los países considerados fueron España, Reino Unido, México, Perú, Colombia, Chile y Brasil. Comprobando que en varios países está aumentando el interés de los ciudadanos por involucrarse en el circuito televisivo.
“En los países del Viejo Continente (Asociación de Telespectadores de Cataluña -TAC-, Agrupación de Telespectadores y Radioyentes de Madrid -ATR-, etcétera) pudimos observar una tendencia pedagógica más pronunciada que en el resto de los países analizados. Entre los objetivos principales que fijan en sus páginas web, el análisis de contenido audiovisual es el puntapié inicial para una serie de papers, capacitaciones para padres, niños y profesores, propuestas legislativas y, en algunos casos, hasta premiaciones por el correcto desempeño del medio”. Lo afirma Tatiana Leanza en un articulo publicado en el sitio del observatorio de la Universidad Austral.
El periodismo gráfico no muestra demasiadas diferencias con los audiovisuales, prácticamente los criterios respecto del tratamiento de la infancia y juventud vulnerable es la misma. Según el Observatorio de medios de la Universidad Nacional de La Plata, la prensa gráfica ubica principalmente a las juventudes protagonizando o participando en situaciones vinculadas con violencia, delito y peligro, ya sea como víctimas o como victimarios.
De uno de los relevamientos realizado por el Observatorio sobre las noticias publicadas en el mes de Marzo 2015 en las ediciones de tres periódicos (El Día de La Plata, Clarín y Pagina 12) surge que el 41% de las noticias fueron publicadas en la sección “policiales”, frente a un 31% publicado en “información general”, un 17 % en “secciones regionalizadas” (mundo, el país, nacional, local o regional) y un 11% de los artículos periodísticos aparecen en “secciones especializadas” (cultura, política, economía, suplementos especiales) .
Otro modo de aparición de la infancia y adolescencia pobre en los medios, tiene que ver con la mirada moralizante. “La historia de vida” es una estrategia enunciativa recurrente en el discurso mediático para reafirmar sentidos hegemónicos. Suelen ser relatos desanclados de las estructuras sociales que los condicionan y habilitan, trayectorias particulares que emergen para demostrar que los obstáculos son meramente circunstanciales y que sortearlos depende fundamentalmente de la voluntad individual. En esa clave aparece en Clarín la historia de Lucas Cesio, un joven de 13 años que “vivió años en un auto y en una plaza, pero logró terminar la primaria”.