Red Army, la película deportiva que define la Guerra Fría

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Editor’s Choice #37

La llamada Guerra Fría entre Estados Unidos (bloque occidental en Europa) y la URSS (bloque oriental en Europa del Este) tuvo sus protagonistas políticos y militares muy ocupados durante más de cuarenta años en el intento de demostrar, por parte de los americanos, que el capitalismo era el mejor sistema para gobernar un país y ofrecer unas oportunidades únicas, y por parte de los rusos, que el comunismo era la consecución de un estado del bienestar máximo al que podian aspirar sus ciudadanos. Alrededor de estas dos premisas se tejieron unas estructuras nacionales mediante la carrera espacial, los logros en el campo de la medicina y la ciencia, el deporte o las infraestructuras con el objetivo de demostrar a los habitantes de su propio país que el suyo era el mejor.

Nos centraremos en el ámbito del deporte a raíz del estreno de la película Red Army del director y guionista Gabe Polsky, nacido en Chicago pero de ascendencia rusa. Polsky consigue, mediante una entrevista al que fue el mejor jugador de hockey hielo de la historia de la URSS y jugador de la liga americana de hockey hielo (NHL), Viacheslav Fetisov, explicarnos el periodo político y deportivo que va desde 1979 hasta 1985.

Cartel de la película Red Army

No vamos a realizar en este artículo una crítica de cine que para esto ya hay excelentes profesionales. Vamos a analizar el formato documental convertido en película. En cada tema que se comenta en la entrevista aparecen asociadas imágenes documentales de entrenamientos, viajes, personajes, escenas cotidianas, entrevistas en televisión y partidos. En 76 minutos que dura, la concatenación de información documental es asombrosa y nos sitúa en los dos ámbitos en el que se mueve: deporte y política.

· Empezando por los títulos de crédito del principio ya se plantea el escenario en el que nos moveremos: iconografía rusa de los años 60 que nos remite a los pósters de la conquista del espacio. Estamos en los años 80.

· Sigue con un plano fijo del entrevistado atendiendo al teléfono y obviando las preguntas iniciales de Polsky y contestando despreciadamente al tomarse su tiempo.

· Sitúa los acontecimientos desde los inicios de Fetisov cuando era un niño en el hockey hielo: estilo de vida, dos familias viviendo juntas en un piso pequeño, la compra del primer stick y casco en el mercado negro y la primera prueba para entrar en el CSKA (equipo del ejército soviético).

· El exitoso sistema soviético de entrenamiento: preparar a los jugadores de la selección nacional como si fueran soldados, como si un partido fuera una batalla.

· La influencia del primer entrenador, los estilos de juego, el ajedrez aplicado a los movimientos en la pista.

· El triunfo en el primer viaje a Canadá con 16 años y el reconocimento mundial de que se estaban forjando las bases de un equipo y unos jugadores extraordinarios.

· Las tramas políticas en el cambio del entrenador querido por uno del Politburó. Los movimientos políticos alrededor de unos jugadores que difícilmente consiguen entender como son utilizados para el beneficio del sistema comunista.

· El papel del KGB. Las respuestas del agente retirado de la agencia de inteligencia soviética de ese periodo no aportan nada a lo que ya conocemos de los métodos de control de los ciudadanos en sistemas comunistas y que hemos visto en películas como ‘La vida de los otros’ de Florian Henckel von Donnersmarck. Es quizás lo más flojo de la película. Entendemos que un agente del KGB, aunque esté retirado, debe mantener silencio en muchos temas.

· La participación y derrota ante Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Lake Placid de 1980 y la victoria en los Juegos Olímpicos de Sarajevo de 1984. La culminación de un equipo que se colgaba el oro y que eran recibidos en una URSS con graves problemas económicos como héroes.

· El proceso iniciado por Gorbachev en 1985, al acceder al poder como secretario general del Partido Comunista, de glasnost (transparencia – apertura) y perestroika (reestructuración – cambio), permitiendo que los jugadores rusos jugasen en la liga americana de NHL. El dinero capitalista tuvo mucha fuerza para atraer a los jugadores: en un momento de la película, Fetisov reconoce que su vida no tendrá mucho más que un pequeño piso y un coche del ‘pueblo’ mientras que si juega en la NHL podrá permitirse vacaciones.

· La caída del muro de Berlin que ya tratamos en el Editor’s Choice #20 no se refleja en la película aunque queda sobreentendido que los cambios ocurridos en Europa del Este tuvieron consecuencias en la URSS con el golpe de estado dirigido y que supuso la dimisión de Gorbachev desmembrándose la URSS en varios países. Ryszard Kapuściński ya retrató fielmente en sus viajes los cambios que ocurrían en las calles de Rusia y que tratamos en el Editor’s Choice #18 gracias a una exposición en el Palau de la Virreina de Barcelona.

· Muy interesantes són los testimonios de los que fueron compañeros de equipo. Las relaciones de Fetisov con Vladislav Tretiak, Sergei Makarov, Igor Larionov, Vladimir Krutov y Alexei Kasatonov antes, durante y después del periodo 1979-1985.

Los Russian Five

· El desengaño por la promesa de las autoridades soviéticas a Fetisov de que podría ir a jugar a la liga americana de hockey hielo si realizaba un buen papel en los Juegos Olímpicos de Calgary 88.

· Y finalmente, la aventura americana, desde la inadaptación a un estilo de juego individualista y a un idioma y relaciones complicados hasta la conscecución de la Copa Stanley en 1997 con los Detroit Red Wings, el trofeo de los campeones de la liga NHL con los Russian Five, los cinco jugadores que marcaron un hito en la historia de este deporte.

· La vuelta a Rusia. Como en la película ‘Goodbye Lenin’ en la que la madre del protagonista sufre un coma antes de la caída del muro y se despierta después cuando todo ha cambiado, Fetisov regresa a casa y se encuentra una sociedad que define como ‘cada uno debe espabilarse por su cuenta‘.

· Las últimas escenas muestran la vida actual de Fetisov nombrado ministro de deporte por Putin, cargo que ocupó hasta 2008 y actualmente es miembro de la Asamblea Federal de Rusia. Orgulloso de haber llevado los juegos olímpicos de invierno de 2014 a Sochi.

 

 

 

El hockey hielo era propaganda. Y la película lo retrata de manera extraordinaria. No hay dobles interpretaciones o medias tintas. Quizás deja algunas lagunas como la presión del gobierno americano por llevarse a los jugadores rusos a su liga y como pasa muy por encima del antiamericanismo que desataron los Russian Five. Gabe Polsky utiliza perfectamente los trozos de entrevistas, partidos, informativos de televisión y grabaciones personales para unirlos a la entrevista que es el eje central de la película. En resumen, una película-documental de visión obligatoria para los que ven en el deporte algo más como una actividad física y les apasionan los hilos de la historia contemporánea.