Granjas de clicks, bots, inteligencia artificial, equipos de campaña y otras técnicas sirven a empresas, estados y partidos políticos en el desarrollo de estrategias de desinformación que se lanzan a través de Internet y las redes sociales. Como idea central puede ser algo más bien teórico pero en el desarrollo de conflictos en Ucrania, Reino Unido, Estados Unidos, Catalunya, Irán o Hong Kong se han ido perfeccionando diferentes técnicas para crear realidad paralelas o construir la llamada posverdad.
Pero hablar de desinformación no es una cuestión simplemente de estados, ni de organizaciones mundiales ni de teorías conspirativas sobre los ‘amos del mundo’. Tú, yo y la vecina del quinto somos potenciales difusores de contenidos maliciosos. Con nuestra exaltación o nuestra indignación somos polinizadores de la desinformación distribuyendo a través de las redes sociales o en aplicaciones de mensajería como Whatsapp o Telegram.
Estrenamos el año y la intensidad no ha bajado ni mucho menos. Hace unos días el congresista republicano Paul Gosar tuiteaba una fotografía de Barack Obama estrechando la mano al presidente de Irán, Hasán Rouhani. «El mundo es un lugar mejor sin estos chicos», decía Gosar. No obstante, la fotografía era un fotomontaje a partir de una fotografía de Obama con el primer ministro indio, Manmohan Singh.
Aquí podemos la imagen original:
La verificación de datos, imágenes y fotografías está insertado dentro de la profesión periodística. Y cada vez son más habituales las herramientas contra las fake news (listado de cosecha propia que podéis encontrar en este blog) a la vez que sumamos el desarrollo de rutinas de contrastación de la información. No obstante, la maquinaria propagandística y la aceleración de los procesos de distribución hacen complejo dicha contrastación en todo lo que se produce en la Red.
Recientemente Reuters ha lanzado interesante curso online sobre identificación de contenidos manipulados en el que se pueden encontrar diferentes ejemplos audiovisuales de reciente creación.
Irán vs Estados Unidos, un conflicto con muchas fakes
En el actual conflicto entre Irán y Estados Unidos, la desinformación viene por ambos bandos. El Pentágono ha detectado en los últimos años diferentes campañas en las redes sociales, sobre todo en Facebook y Twitter, en las que se vierte información falsa y propaganda pro-iraní a través de diferentes perfiles y grupos. Estas estrategias se han intensificado en las últimas semanas a raíz, como decíamos de la escalada bélica entre ambos países. Los contenidos no verificados son muy habituales en estos primeros días de enero a raíz del lanzamiento de misiles por parte de Irán a bases estadounidenses en Iraq. Herramientas de búsqueda inversa de imágenes son muy necesarias para detectar imágenes falsas como las que ilustramos a continuación.
Poynter, en este sentido, ha realizado una pequeña guía para realizar de forma seguro fact checking sobre las imágenes que se comparten estos días en los canales sociales. ¿Quién se atreve a detectar fake news de forma fácil y segura?
Por otro lado, si tiramos de hemeroteca, 2014 significó no sólo el inicio del conflicto latente en Ucrania sino el desarrollo del perfeccionamiento de las acciones de desinformación de Rusia hacia los países europeos y Estados Unidos. Las protestas en Maidan contra el gobierno pro ruso escalaron la desinformación y las técnicas de propaganda desde el Kremlin que culminaron en las injerencias en las elecciones estadounidenses de 2016.
Pero no se trata de hacer una recopilación histórica de los diferentes impulsores de las fake news o más extensamente del fenómeno de la desinformación. Las técnicas están desarrolladas de forma general por todos los países, desde China a Estados Unidos, pasando por Irán o Rusia, como técnicas de contraespionaje: del jamming en la Segunda Guerra Mundial hasta las granjas de bots en países como México o Brasil durante el período electoral. Y cada vez es más habitual encontrar técnicas de manipulación audiovisual, con las deep fakes en la cúspide de este tipo de contenidos.
Una investidura crispada
España no se escapa de esta tendencia. Entre el desarrollo del conflicto político en Catalunya hasta los diferentes procesos electorales que han culminado en la elección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, diferentes partidos políticos han potenciado el desarrollo de estrategias de desinformación a través de perfiles oficiales y de simpatizantes y cargos oficiales. Así PP y Vox falsearon y distribuyeron un fragmento de la investidura para asegurar que el PSOE ha aplaudido a EH Bildu.
En la tribuna de oradores del Congreso, el líder del partido fascistaVOX, Santiago Abascal, repetió diversas veces que el 69% de todos los varones imputados en violaciones grupales son extranjeros. Una afirmación que el portal Newtral detectó como una clara mentira. Abascal (digno padawan del maestro Stephen Bannon), no obstante, no fue el único que dejó informaciones maliciosamente no contrastadas. Cada vez es más habitual que los eventos políticos sean pasados por los detectores de mentiras o mejor dicho, por la verificación de datos.
Fuera del Congreso, Rosa Gallego, concejal del PP en A Coruña distribuyó a través de su perfil en Twitter unas imágenes con presuntamente era una manifestación a favor de la unidad de España en Teruel con el hashtag #SanchezTraidor, denunciando el apoyo de Teruel Existe al candidato socialista. Las imágenes no eran la provincia aragonesa sino en Madrid.
Política, Finanzas, Deportes, Salud, Medio Ambiente y otros territorios de información son campos abonados para la desinformación. También en 2020 una recreación 3D de los incendios en Australia fue distribuida falsamente a través de redes como una imagen «tomada desde la Estación Espacial Internacional». Y es que las mentiras se han extendido más rápido que el fuego durante la emergencia nacional sin precedentes de Australia.
2020 va a ser un año divertido en muchos sentidos y vamos a ver y a aprender mucho sobre los procesos de desinformación a través de diferentes eventos clave: Elecciones presidenciales en Estados Unidos, el desarrollo del nuevo gobierno progresista en España, Juegos Olímpicos de Tokio, la emergencia climática, Greta Thunberg, el enésimo capítulo del Procés en Catalunya, la culminación del Brexit y diferentes conflictos y pandemias en todo el mundo. ¿Estamos preparados? Seguiremos desinformando. De momento, aquí os dejo el botiquín con numerosas herramientas contra las fake news.