Así era Ryszard Kapuściński como fotógrafo
Editor’s Choice #18
«Mi objetivo era observar este imperio en fase de crisis y descomposición total. El libro que me había propuesto hacer exigía que me formase una idea tan global como fuese posible; pretendía reflejar este momento de crisis, pero no des un único punto de vista, sino en toda su enorme dimensión geográfica y cultural»
Su afiliación al Partido Unido de los Trabajadores Polacos (Partido Comunista Polaco) desde 1954 hasta 1981 ya explica el espíritu de periodista que le llevó a intentar entender el desmoronamiento de la URSS entre 1989 y 1991 viajando desde Brest en la frontera con Polonia hasta Magadán, en el extremo oriental y desde Moscú hasta Azerbaidjan, a orillas del mar Caspio: 60.000 km recorridos. Los testimonios de gente normal con sus inquietudes y preocupaciones por los acontecimientos que ocurrían en el país, le sirvió para escribir el libro ‘El imperio’. Su intención fue tomar el pulso a una situación que le costaba entender: durante muchos años había comulgado con los postulados comunistas y el sistema que tantas veces le habían dicho que funcionaba se desmontaba.
«Verlo con mis propios ojos, qué piensa, qué opina el ciudadano corriente»
Ahora nos llegan las fotografías que realizó durante esos viajes en forma de exposición en el Palau de la Virreina de Barcelona. 36 fotos (de las que 20 son de una manifestación contra el golpe de estado de Guennadi Yanáyev, vicepresidente, que envía a Mijaíl Gorbachov a Crimea durante dos días) de las 50 que componían la exposición original organizada por la Galeria Nacional de Arte Zacheta en Varsovia. Todas esas fotos se dice que las escogió Ryszard Kapuściński personalmente y que guardó los negativos en sobres marrones. Nunca tuvo la intención de montar ninguna exposición con esas fotos: el archivo personal consta de unos 10.000 negativos de todos sus viajes por América y África. Como corresponsal de la Agencia de Prensa Polaca (PAP – Polska Agencja Prasowa) fue destinado a cubrir, entre muchos otros, los conflictos armados entre El Salvador y Honduras o las guerras civiles y procesos de independencia de los países africanos.
«Al contrario de Polonia, en Rusia no hay estructuras alternativas al poder como Solidarnosc»
«Después del derrumbe de la URSS sigue una segunda etapa de desmoronamiento: el desmembramiento de la Federeación Rusa»
«El futuro de Rusia lo decidirá el conflicto entre la inercia de la sociedad rusa y las fuerzas vivas de la reestructuración»
Los aires de democracia que soplaban a principios de los años 80 por los países detrás del telón de acero, desde Varsovia, pasando por Berlín hasta Moscú, tenían su origen en lo que el diplomático estadounidense George F. Kennan vaticinó en 1946: «La crisis del comunismo está escrita en su propia naturaleza». Kapuściński observó los movimientos que estaban ocurriendo con la apertura de la URSS en 1988 con la perestroika (reestructuracion) y las revoluciones a partir de 1989 en los países de la órbita soviética, y su intuición le condujo a realizar el viaje. Con su libro intenta explicar el hundimiento del comunismo que había utilizado el miedo, el engaño y la miseria para aguantar el edificio comunista.
«Durante años, Rusia fue un país que vivió con un espíritu conquistador y colonizador de nuevos territorios. Pero incapaz de dominar su propio territorio»
«El hombre ruso adora u odia. Le falta la crítica constante y en consecuencia, la creativa»
Molt bon article, Carles! M’agrada molt.