Editor's Choice Fotoperiodismo Personajes

James Nachtwey: «Me aprovecho de la desgracia ajena»

Carles Vila Rovira 23 mayo, 2016

Editor’s Choice #64

Desde este humilde blog hemos repasado los grandes maestros del fotoperiodismo y sus extensos trabajos con la simple intención de conocer un poco más el mundo que nos rodea. Y si alguien ha retratado este mundo, sus desgracias y sus virtudes ha sido James Nachtwey, recién premio Princesa de Asturias de Comunicación porqué es un «lúcido testimonio del sufrimiento humano».

Bosnia 1993. James Nachtwey

A menudo no nos gusta ver según qué imágenes. Lo reconozco. Hablando con Gervasio Sánchez, reputado fotoperiodista aragonés, coincidimos que la realidad nos incomoda pero los fotógrafos solamente reflejan lo que existe y que por mucho mirar hacia otro lado, no desaparecerá. En la entrevista que le realizamos, se sentía con el deber de mostrar y denunciar todo lo que le parecía que atentaba contra la humanidad. James Nachtwey dijo en una conversación en la Universidad de Navarra el año pasado que «lo que me anima a seguir es un claro sentido del propósito, el deber y el compromiso. Lo peor es que, como fotógrafo, me aprovecho de la desgracia ajena. Esta idea me persigue cada día, porqué sé que si algún día mi carrera es más importante que mi compasión, habré vendido mi alma».

AIDS, Zimawe, 2000. James Nachtwey

Pakistan, 2001. James Nachtwey

James Nachtwey

Nachtwey (1948 Syracuse, Nueva York) ha recibido premios y distinciones acreditándole como el gran reportero gráfico que con su legado nos ha mostrado las cruentas guerras y los conflictos que han azotado diferentes países. Dos World Press Photo y cinco medallas de oro Robert Capa y publicar en Stern, Paris Match, Life, New York Times Magazine, The New Yorker, Vanity Fair o National Geographic solamente acrecientan nuestra admiración ante la belleza de sus imágenes. Pero por encima de todo le agradecemos su valentía humanista, que siga creyendo en las personas que componen el mundo porque como bien dice «mi misión es conseguir que las fotos sean perfectas, que llamen la atención del espectador porque de esta manera la denúncia de lo que está pasando sea efectiva». Abandonó Magnum Photos en 2001 para crear VII Photo que también dejó en 2011 pero su extenso y prolífico trabajo no nos abandonará nunca.

“Los ciudadanos que quieren mostrar al mundo lo que está pasando en sus comunidades y los periodistas profesionales no se excluyen mutuamente: hay lugar para los dos”