¿Podrá Shealah Craighead mostrarnos el Donald Trump real?
Editor’s Choice #68
Después del excelente trabajo de Pete Souza en las dos legislaturas de Barack Obama que ya explicamos con un artículo en este espacio, la encargada de mostrar al mundo los actos, viajes y encuentros presidenciales de Donald Trump va a ser la fotoperiodista Shealah Craighead.
Ardua tarea la que le cae encima a Craighead. No por el volumen de eventos que deberá cubrir, ni por los viajes transoceánicos en horas intempestivas, ni tampoco por los mandatarios que se personarán en la Casa Blanca, sino por el personaje en questión que debe fotografiar: el presidente más celoso de su imagen que se haya sentado en el despacho oval.
Ya ha quedado demostrado en estas tres escasas semanas que lleva en el cargo y en los seis meses anteriores a las elecciones de noviembre que Donald Trump no tiene mucha simpatía por periodistas y su trabajo, y a la par, difícilmente la tendrá con los fotógrafos que cubran sus actos. Megalómano de su imagen, egocéntrico en cada movimiento que hace y con la enorme y triste necesidad de sentirse idolatrado. Por eso, la importancia de cada fotografía que muestre a Donald Trump cogerá más relevancia que con su antecesor, Barack Obama. Veremos que margen tiene Craighead para hacer su trabajo y legarnos documentos fotográficos, instantáneas e imágenes que amplien nuestro conocimiento de lo que pasa durante al menos cuatro años de mandato ‘trumpista’.
No será la primera vez que Shealah Craighead se pasea por los pasillos de la Casa Blanca: ya fue editora fotográfica en la oficina del vicepresidente Dick Cheney y fotógrafa oficial durante la etapa de George W. Bush así como la fotógrafa personal de la primera dama Laura Bush. Además, siguió la campaña presidencial de la gobernadora Sarah Palin en 2008. Madera para lidiar con grandes figuras políticas, no le falta.
Por el momento, Shealah Craighead tiene solamente 5.240 seguidores en su cuenta personal de Instagram y 2622 en su cuenta de Twitter. No ha sido muy activa en las redes sociales estas últimas semanas y extrañamente veremos imágenes de la Casa Blanca en sus cuentas personales. Por ahora solamente tenemos acceso a una cuenta de Flickr que no contiene ninguna imagen. Habrá que esperar a que la administración Trump dé permiso para crear una cuenta propia y exclusiva en Instagram donde el trabajo más ‘intimo’ se muestre…o no.
La pregunta aquí es: ¿Donald Trump querrá o le permitirá mostrar su lado real?
Después de las semanas que se ha gastado como presidente, yo no me esperaría nada orgánico ni da humano de su parte.
¡Buena reflexión, Rafael! Gracias por compartir tus observaciones en el blog. ¡Un saludo desde Barcelona!