Carmela Ríos: «Los periodistas debemos volver a recuperar la credibilidad de los ciudadanos»
Soy periodista, con más de 20 años de experiencia en servicios informativos de televisión y, desde 2009, en periodismo audiovisual desde dispositivos móviles y redes sociales como Twitter (@carmelarios) o Instagram (@carmelarios). Licenciada en Periodismo por la Universidad San Pablo CEU (Madrid), he desarrollado parte de mi trayectoria profesional en Francia como corresponsal en París para Antena 3 y CNN y colaboradora de medios franceses como France Press y TF1. En España he sido corresponsal judicial y política para CNN y Cuatro, así como Editora General en Terra España. Actualmente alterna la cobertura de información desde sus cuentas personales en redes sociales con la formación a otros periodistas sobre herramientas y narrativas del periodismo móvil. Es Premio Ortega y Gasset de Periodismo Digital 2011 por la cobertura del movimiento #15M.
Jugando en el Betis con tu blog, como sinónimo de cuestionarse las cosas. ¿Qué te cuestiones actualmente sobre el periodismo?
Me cuestiono muchas cosas, sobre todo cuál va a ser el modelo de negocio exitoso en el futuro. Si podremos asistir al nacimiento de grandes medios o el futuro en el periodismo pasa necesariamente por los pequeños proyectos que estamos viendo actualmente desarrollarse en España con cierto o gran éxito: Infolibre, ElDiario.es o Jot Down. Es lo que tendremos que ver. Me cuestiono también qué competencias necesita un periodista del siglo XXI.
¿Haces el periodismo que quieres hacer o el que te dejan?
Tengo la suerte ahora de hacer el periodismo que quiero hacer porque me he dado un break, un descanso en mi vida profesional y estoy intentando hacer el periodismo que quiero hacer, el periodismo móvil y el de redes sociales. Para ello, he tenido que salir de los medios porque por ahora no hay ningún medio o hay pocos medios que apuesten por este tipo de periodismo. Hacerlo en libertad me permite ir probando, ensayando y experimentando nuevas aplicaiones y refinando las nuevas narrativas mobile.
Ganaste el Premio Ortega y Gasset en categoría digital por tu cobertura del #15M. ¿Te has encontrado colegas que consideren que eso es periodismo menor?
La verdad es que he encontrado ciertas reticencias y dudas por parte de periodistas,en particular, los más veteranos. Estas dudas van cayendo con el tiempo porque cada vez son más los periodistas y medios -sobre todo, anglosajones- que incorporan narrativas móviles a su forma de contar las cosas como parte de la oferta. Es decir, creo mucho en el concepto de gimnasia narrativa porque cada acontecimiento tiene una forma de contarse y un formato para contarse. En el caso del 15M, creo que es un trabajo bastante comprendido y cada vez más.
¿Cómo se puede hacer buen periodismo con un móvil?
Se puede hacer buen periodismo con un móvil de la misma forma que se puede hacer periodismo con cualquier otra cosa. Es decir, primero aplicando un criterio estrictamente profesional. Es decir, utilizar información relevante para el usuario, contrastada, confirmada y después, utilizando la mejor narrativa. Simplemente es cuestión de ir incorporando los elemementos, las aplicaciones y las posibilidades que te ofrece un teléfono móvil. Es decir, poder hacer un titular, un tweet, subir un pequeño vídeo en una red social o una cobertura en directo en vídeo a través del móvil. Es decir, explorar la mejor forma de narrar e ir con este objetivo.
«Creo mucho en el concepto de gimnasia narrativa porque cada acontecimiento tiene una forma de contarse y un formato para contarse»
En las redes sociales nos encontramos periodistas, audiencia, medios de comunicación… ¿Cómo combinar los contenidos de unos y otros?
Aún estamos en la fase de ensayo y error. Es decir ahora nadamos en una sobreabundancia de información. Hemos visto como Twitter o otras redes sociales se han ido incorporando a las rutinas profesionales, tanto de medios como de periodistas. Ahora ha llegado que cada uno encuentre su forma de contribuir con contenido nuevo. Esa es la clave de Internet en general. Sobre todo, que los usuarios encuentren la mejor forma de filtrar la información para no volverse locos en ese tsunami de información. Si los usuarios no tienen un poquito de cuidado a la hora de elegir su time line se encontrará cada mañana demasiada información. Es el momento en el que cada uno tiene que experimentar para ver cómo puede ser diferencial respecto a su propio medio o respecto a otros usuarios o periodistas.
¿Podemos seguir siendo mediadores entre el poder y la sociedad? ¿Hemos perdido esta intermediación?
Los periodistas debemos afrontar un reto, que es el de volver a recuperar la credibilidad y la confianza de los ciudadanos. Ha habido una… no digamos connivencia, mejor convivencia demasiado estrecha entre medios de comunicación y clase política durante muchos años. Se utilizó demasiado como excusa durante la época de la Transición que todos debíamos arrimar el hombro para llevar el proyecto de la democracia a buen puerto. Creo que esa fase ya la hemos pasado con creces y ha llegado el momento en el que periodistas y políticos vuelvan a mantener una distancia que podríamos denominar como sanitaria. Es decir, la suficiente distancia para permitir que un periodista se sienta completamente libre a la hora de tener que informar sobre un escándalo. La buena noticia es que creo que vamos por esa vía.
¿Podemos hablar de cuarto poder o el periodismo ha pasado a ser parte del poder político y económico?
Sí, podemos seguir hablando de cuarto poder pero sería necesario buscar, como te decía, esa distancia respecto a la clase política para que el ciudadano entienda que somos profesionales independientes que trabajan a su servicio y no al servicio de cualquier otro tipo de interés político o económico.
¿Cómo te imaginas al periodista de dentro de unos años?
De entrada me lo imagino, existiendo. No creo que la profesión esté en peligro; más bien, todo lo contrario. Lo veo mucho más formado, más alumno que ahora. Hay una señal que nos diferencia respecto a los periodistas de otro tiempo y es que los soportes y los lenguajes están modificándose completamente y de forma continuada. Con lo cual, tenemos que volver al ‘colegio’ para aprender otras formas de contar las cosas. Hablábamos antes de gimnasia narrativa: dar a acontecimiento su relato y su soporte. Yo veo un periodista multimedia, con nociones de programación; por supuesto, con idiomas y que sepa realizar con naturalidad esta gimnasia de decidir una buena narrativa para cada historia.
Como ceutí de nacimiento, ¿crees que los medios especulan con el miedo a las avalanchas de inmigrantes creando alarmismo social?
Yo no diría tanto. No diría que especulan. Es verdad que una información exagerada o sobredimensionada puede crear alarma social tanto en España como en lugares como Ceuta y Melilla. Cuando se trata de informar sobre este tipo de fenómenos los periodistas deberíamos trabajar con un plus de responsabilidad.
«[En el futuro] Yo veo un periodista multimedia, con nociones de programación; por supuesto, con idiomas y que sepa realizar con naturalidad esta gimnasia de decidir una buena narrativa para cada historia»
¿Echas de menos experiencias como las vividas como corresponsal en Francia?
He aprendido que no hay que mirar mucho para atrás. Echo mucho de menos París y disfruto y lo sigo disfrutando recordando todo lo que aprendí en Francia como profesional. Realmente fue un master de vida profesional. Iba con una gran cadena como Antena 3, que me permitió moverme dentro del país, que me permitió acceder a todos los sitios. Yo iba mucha a hacer periodismo de calle, ya fuera en el Palacio del Elíseo, en Roland Garros, el Tour de Francia, en el barrio más pobre de la región de París o en un desfile de moda. Tuve un acceso muy directo a lo que era la actualidad del país. Tengo la sensación que me volví con un conocimiento bastante importante de cómo era Francia. Eso no tiene desperdicio. Eso sí, no soy de nostalgia. Estoy muy agradecida y recuerdo ese periodo con cariño pero siempre miro hacia delante e intento aprender.
¿Qué referentes franceses debemos tener en cuenta?
Profesionalmente hay muy buen periodismo. Me gusta el periodismo francés fundamentalmente por dos aspectos. Uno, hacen muy buenos reportajes de televisión. Son muy buenos documentalistas y tienen un buen sentido estético en el momento de elaborar un reportaje. Estoy pensando en un programa de la televisión pública France 2 que se llama Envoyé Special. Son reportajes largos magníficamente hechos. También en los propios informativos, con las piezas cortas. Aprendí mucho sobre realización viendo los reportajes de la tele francesa y sigo haciéndolo desde España.
Antes hablábamos de nostalgia. Personalmente echo de menos medios de comunicación como CNN+. ¿Cómo hay que potenciar la rentabilidad de este tipo de medios puramente informativos?
Yo también echo de menos CNN+ y pienso que pueden ser medios completamente rentables. Te pongo un ejemplo. En Francia hay cuatro cadenas de televisión de noticias. Tres de ella son privadas: BFM, I-Télé y La Chaîne Info. Tres cadenas rentables y que siguen existiendo. Deberíamos preguntarnos por qué en España no hemos sido capaces de desarrollar un modelo de negocio para una cadena de noticias. Personalmente, considero que es una de mis asignaturas pendientes. Me encantaría que ese proyecto pudiera nacer dentro de una plataforma digital.
En el periodismo español, ¿Hablamos demasiado de egos y poco de modelos de negocio?
Es que esto de los modelos de negocio trasciende un poco de lo que debería ser la tarea profesional pero es muy importante porque si damos con la forma de poder ganar dinero, que las empresas lo ganen y los periodistas estén relativamente pagados, podemos garantizar que el periodismo en España en el futuro sea de una cierta calidad. Deberíamos apostar por la coexistencia de, por un lado, el tema periodístico. Los egos me interesan más bien poco. Y, sobre todo, que abramos una reflexión conjunta sobre cuál puede ser el modelo de negocio. Ese es un debate que trasciende un poco del trabajo puramente periodístico. Podemos intuir o contribuir de alguna forma inventando nuevas narrativas o nuevos formatos que sea patrocinables. Hay una labor que se puede desarrollar en las redacciones para fomentar este tipo de nuevos formatos periodísticos y comerciales. Hace falta una reflexión mucho más generalizada.