Nellie Bly, pionera en el periodismo de investigación
Editor’s Choice #29
La vuelta al mundo en 72 días
El próximo 25 de enero se cumplirá el 125 aniversario de un hecho que revolucionó el incipiente mundo del periodismo traspasando el concepto de local en global, donde los avances técnicos se superaban como los tecnólogicos se superan hoy en día. El 25 de enero de 1890, Nellie Bly regresó a su punto de partida, Nueva York, setenta y dos días, seis horas, once minutos y catorce segundos después de su partida. La intención era dar la vuelta al mundo en menos de 80 días, tal y como Jules Verne había calculado que realizaría Phileas Fogg, y posteriormente relatar su viaje en un libro. Bly, con 26 años, se había convertido en toda una celebridad internacional.
«What gave me the idea? Ideas are the chief stock in trade of newspaper writers and generally they are the scarcest stock in market, but they do come occasionally»
Los editores del New York World, periódico por el que entonces trabajaba, fueron muy recelosos con la idea de una mujer joven viajando sola por el mundo pero supieron sacar partido del viaje organizando un concurso entre sus lectores para adivinar cuando llegaría y si lo conseguiría. Con una fuerte determinación Nellie Bly subió al transatlántico Augusta Victoria un 14 de noviembre de 1889 rumbo a Inglaterra. Se dice que, en su trayecto por Francia, conoció al propio Jules Verne que le animó a superar el listón ficticio que había marcado Phileas Fogg. De allí se fue a Egipto, Ceilán, Singapur, Hong Kong y Japón. Llegó a San Francisco, cogió un tren y cruzó todo el país hasta Nueva York.
Los inicios como periodista
Empecemos por el nombre. Nellie Bly es el seudónimo de Elizabeth Jane Cochran, hija de Michael Cochran, juez y fundador del pueblo de Cochran’s Mills en Pennsylvania donde la pequeña Elizabeth nació un 5 de mayo de 1864 y donde creció. Su padre murió cuando ella tenia 6 años y su madre volvió a casarse. Pero el segundo matrimonio no funcionó y debieron trasladarse en 1880 a Pittsburgh. Decidió estudiar para maestra pero sólo pudo pagar 6 meses de matrícula. En enero de 1885, Nellie leyó un editorial de The Pittsburgh Dispatch titulado ‘En lo que las chicas son buenas’ en el que se descataba que las mujeres solamente podían dedicarse a los quehaceres de la casa y que no era necesario que tuviesen educación. Ese artículo misógino enfureció de tal modo a Elizabeth que decidió responder con un artículo titulado ‘La pequeña niña huérfana’. El editor, George Madden, quedó impresionado por la respuesta y la invitó a visitar el periódico. Madden le ofreció trabajo como redactora. Desgraciadamente, los artículos que asignaban a las mujeres iban sobre jardineria, moda o sociedad, unos temas que Elizabeth no se encontraba muy a gusto. Fue entonces cuando, entre los compañeros de redacción, se decidió buscar otro nombre para Elizabeth para firmar los artículos. Era muy popular en esos años una canción titulada ‘Nelly Bly‘ que curiosamente destaca las aptitudes de la mujer para llevar una casa y como un ‘dulce idílio doméstico’.
Escribió numerosos artículos sobre la vida de las mujeres pobres que trabajaban en las fábricas de botellas de Pittsburgh. Los artículos gustaban a los lectores, pero eran criticados por la comunidad empresarial. Cuando las empresas amenazaron con retirar la publicidad del The Pittsburgh Dispatch, a Nellie se le asignó un artículo sobre jardinería. Cuando presentó el artículo, incluyó su renuncia.
La próxima aventura de Nellie fue un viaje de seis meses a México. Enviaba sus crónicas al The Pittsburgh Dispatch, pero lo que comenzó como un diario de viaje pronto se convirtió en una crítica mordaz del gobierno mexicano. Cuando informó que el presidente Porfirio Díaz quería encarcelar a un periodista por criticar al gobierno, Nellie pronto se encontró en peligro de arresto y abandonó el país.
Pionera en el periodismo de investigación
Decidió viajar a Nueva York para probar suerte en el New York Word de Joseph Pulitzer que le encargó la investigación del asilo psiquiátrico para mujeres de Blackwell’s Island. Y que mejor manera de conocer unos hechos que implicarse completamente en el tema. Bly convence a los doctores que está loca y que debe ser ingresada en el psiquiátrico donde descubrirá las condiciones deplorables de salubridad y de trato que sometían a las pacientes. Muchas de ellas no tenían ningún cuadro de locura, sencillamente hablaban sólo alemán y por su incapacidad de expresarse en inglés fueron recluidas. Con diez días tuvo suficiente: un compañero del New York Word la rescató del manicomio. Este tipo de periodismo en encubierto eventualmente se convertiría en su estilo particular.
De esa experiencia surgieron sus artículos ‘Behind Bars asilo’ y ‘Inside The Mad-House’ que obligaron a las autoridades a realizar un conjunto de investigaciones para corrobar si era cierto. Ante las evidencias, se invirtió más dinero y se controló el estado del psiquiátrico. Nellie Bly se sintió satisfecha: el periodismo servía para denunciar y mejorar la situación de los más desprotegidos. Durante los siguientes años, se dedicó a sacar a la luz los casos de niños abandonados e informó sobre las condiciones de los trabajadores en las fábricas.
Carácter fuerte y decidido
«Energy rightly applied and directed will accomplish anything»
La propuesta que realizó a New York World de realizar la vuelta al mundo en menos de 80 días incrementó su popularidad pero, para su sorpresa, el periódico no recompensó el esfuerzo a pesar del aumento de ventas que generó su viaje. Decepcionada, abandonó el diario.
Su imagen adornaba cromos, juegos de mesa y muchos otros productos. Realizó giras de conferencias y escribió el libro ‘Nellie Bly: todo el mundo en setenta y dos días‘.
En 1893, un nuevo editor de The New York World convenció a Nellie de volver. El 17 de septiembre, el titular de ‘Nellie Bly Again’ apareció en la portada del periódico. Durante los siguientes tres años, denunció casos de corrupción policial, la violenta huelga Pullman y una entrevista con la sufragista Susan B. Anthony, entre otros.
Contrajo matrimonio con el millonario Robert Seaman en 1895 y al mismo tiempo se retiró del periodismo por un tiempo. Cuando Seaman murió en 1904, Bly tomó las riendas de sus empresas. Ya como Elizabeth Cochrane Seaman (añadió una ‘e’ a su apellido) dirigió la compañía hasta 1914 cuando se declaró en bancarrota. Fue entonces cuando tomó la decisión de viajar a Austria a visitar un amigo y el estallido de la Primera Guerra Mundial le pilló en el frente del este de Europa. Se puso en contacto con el exeditor del The New York World, Arthur Brisbane, que trabajaba en The New York Evening Journal, propiedad de Hearst y rival periodístico de Pulitzer. Nellie Bly fue la primera mujer corresponsal de guerra de Estados Unidos con la redacción de artículos sobre sus experiencias en el frente de batalla de la guerra. Lo que había comenzado como unas vacaciones se convirtió en una gira de cinco años de servicio.
En 1919, Nellie Bly estaba de vuelta en Nueva York y escribía regularmente una columna para The Evening Journal. Y lo hizo hasta el día de su muerte, el 27 de enero de 1922, de una neumonía. Fue considerada por sus colegas como ‘El mejor reportero de América’.
Que interesante la vida de la pionera del periodismo investigativo ‘Nellie Bly’. No sabía de su existencia y legado. Me ha fascinado la forma como fue narrada su historia.
Cierto. Lo que más me impactó fue que con 26 años tuviera la valentía de querer dar la vuelta al mundo desafiando todo el stablishment imperante en su periódico y en la sociedad. Su forma de hacer ‘periodismo de investigación’ también es un gran ejemplo.
Vaya! Interesante, no la conocia, un ejemplo de superacion al atreverse a ejercer el periodismo en aquellos años, si hoy es dificil para la mujer, entonces mas. Ya es uno de los referentes periodisticos que como estudiante de periodismo tengo. Excelente semblanza.
Muchas gracias por tu comentario, Edwin. Sí, ciertamente es una muy buena historia. ¡Saludos desde Barcelona!
Muy Interesante y no popular Historia, vale la pena hacerla llegar a mas personas.. como la comparto?