Musk, Trump y la desinformación
¿Sabías que Elon Musk ha hecho 50 publicaciones desde el 1 de enero que han sido desmentidas por verificadores independientes, según el Center for Countering Digital Hate? No son datos ni mucho menos menores ya que estas publicaciones fueron vistas 1.200 millones de veces. No es nuevo. «Es difícil saber por dónde empezar con Elon Musk. Mucho antes de que comprara Twitter y lo rebautizara como X, difundía desinformación incendiaria», dice el periodista Edward Luce en Financial Times (‘Elon Musk and the danger to democracy‘). Musk y X están en el epicentro de la polémica por su papel en la creciente desinformación. No solo por la cita de noviembre en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, sino también por lo sucedido recientemente en los altercados en Southport (Reino Unido). Aquí se mezcla la política con las finanzas y los intereses personales de Elon Musk.
Estos días se me cruzan dos ideas por la cabeza aprovechando el empacho de elecciones USA que tenemos: Musk es el compañero de ticket electoral de Donald Trump. Pobre, JD Vance… Al igual que la disposición de X en todo este juego, convierte a Musk en el comandante en jefe de la desinformación de X. Pobre Linda Yaccarino.
De lo más reciente, al contexto. Un reciente ataque en Southport, donde murieron tres niñas y otras personas resultaron heridas, desató una ola de desinformación en X, incluyendo la difusión de un nombre falso del agresor y acusaciones infundadas sobre su religión y estatus migratorio. Marianna Spring, corresponsal en desinformación de la BBC, nos aporta un fantástico artículo sobre cómo se difunden las mentiras en los recientes disturbios en el Reino Unido y que papel ha tenido en todo ello la red social propiedad de Elon Musk: ‘Did social media fan the flames of riot in Southport?’
Apoyo a Donald Trump
La reciente charla (The Guardian calificó como “un encuentro sorprendentemente aburrido de dos egos del tamaño de un planeta”) de Elon Musk y Donald Trump ha puesto las bases para el apoyo de la plataforma X (antes Twitter) al candidato republicano. El apoyo explícito de Musk a Trump no solo se traduce con millones de dólares, oportunidades de visualizaciones en la red social sino también a través de una estrategia de difusión de desinformación. Con casi 195 millones de seguidores, es el mayor difusor de desinformación de Estados Unidos. De hecho, para El País, el encuentro Musk + Trump fue «un festín de desinformación«.
Desinformación contra Kamala
Sin ir más lejos, la campaña de Kamala Harris criticó a Elon Musk hace unos días después de que el propietario de X publicara un video que incluía una voz falsa, generada por inteligencia artificial, del candidato que afirmaba ser la «contratación definitiva en materia de diversidad».
«Creemos que el pueblo estadounidense quiere la verdadera libertad, oportunidad y seguridad que ofrece la vicepresidenta Harris; no las mentiras falsas y manipuladas de Elon Musk y Donald Trump «.
La publicación del vídeo se produjo después de que Musk respaldara públicamente a Trump, una medida que ha generado más temores de que sesgue aún más la plataforma a favor de su candidato elegido.
Deepfakes
El vídeo, ampliamente compartido, es un ejemplo de cómo las imágenes, videos o clips de audio generados por IA que parecen reales se han utilizado tanto para burlarse como para engañar sobre política a medida que Estados Unidos se acerca a las elecciones presidenciales. Además, Musk ha lanzado Grok, su plataforma de IA generativa, con polémicas imágenes. Aquí un ejemplo:
- X’s new AI image generator will make anything from Taylor Swift in lingerie to Kamala Harris with a gun | The Verge
¿Tendrá Grok un papel similar al que tuvo Cambridge Analytica en 2016 en la generación de campañas de desinformación en plataformas digitales? De momento, Trump no pierde ocasión para usar la IA generativa en beneficio de sus fake news. La convención demócrata de Chicago, según Trump…
Algunos usuarios en línea han cuestionado si su publicación inicial podría violar las políticas de X , que dicen que los usuarios “no pueden compartir medios sintéticos, manipulados o fuera de contexto que puedan engañar o confundir a las personas y provocar daños”.
- A parody ad shared by Elon Musk clones Kamala Harris’ voice, raising concerns about AI in politics | AP
El ciclo del caos en las redes y plataformas sociales
Ascenso de la ultraderecha en las redes sociales, teorías conspirativas, polarización política, cancelación cultural… Estamos en un contexto que se repite. Los discursos de odio siguen estando a la orden del día y periódicamente, con cada cita electoral, se reproducen patrones de comportamiento: estrategia política y marketing digital se entrelazan.
En la era digital, las redes sociales y las plataformas digitales han transformado la forma en que consumimos información y entretenemos. Ya no es solo que se incremente el desinterés por las noticias, sino la forma en la que consumimos la información (o la desinformación).
Este cambio ha dado lugar a una economía de la atención, donde captar y mantener la atención del usuario se ha convertido en el objetivo principal de las plataformas (y en gran parte, del sistema de medios de comunicación).
Para entender cómo estas plataformas logran este objetivo, es crucial analizar el ciclo de interacción que las alimenta, compuesto por los elementos de polémica, clickbait, atención, consumo y monetización.
¿Cómo funciona este ciclo?
- Polémica. Las plataformas optimizan sus algoritmos para potenciar el compromiso, sin una distinción clara entre información verídica y desinformación. Esto no solo influye en la percepción pública y la formación de opiniones, sino que también puede exacerbar la polarización social y política. La controversia genera interés y divide opiniones, lo que es el punto de partida para atraer la atención de los usuarios.
- Clickbait. Para capitalizar la polémica, se utilizan titulares llamativos o engañosos (clickbait) que prometen contenido impactante o revelador. Estos titulares están diseñados para atraer clics y visitas a las plataformas.
- Atención. Los usuarios, atraídos por el clickbait, hacen clic en los enlaces y consumen el contenido. Esta fase se centra en capturar la atención de los usuarios y mantenerlos enganchados en la plataforma.
- Consumo. Durante esta fase, los usuarios consumen el contenido, ya sea leyendo artículos, viendo videos, o interactuando de alguna manera con la plataforma. El consumo constante de contenido aumenta el tiempo que los usuarios pasan en la plataforma.
- Monetización. Finalmente, el tráfico y la atención generada por el consumo de contenido se monetizan. Esto puede ser a través de publicidad, suscripciones, ventas de productos, o datos de los usuarios. La monetización es el objetivo que retroalimenta este ciclo.Medidas más transparentes. En un contexto donde la información errónea puede tener consecuencias significativas, es crucial que las plataformas de redes sociales adopten medidas más transparentes y responsables para moderar el contenido y proteger la integridad de la información que difunden. La evolución futura de estas plataformas dependerá de su capacidad para equilibrar la economía de la atención con la responsabilidad ética y social.El origen del mal. El ciclo del caos fomenta el odio y la desinformación al priorizar contenido polémico y sensacionalista, que genera fuertes reacciones emocionales y maximiza la atención y el tráfico, creando un entorno informativo tóxico (acordaros cuando hablábamos de los paramedios) que perpetúa la desinformación y la división social.
Los problemas financieros de X
Aquí igual falta un último apunte de contexto. ¿Pero Musk no es el hombre más rico del mundo? Sí, pero lo de X no ha ido como se esperaba. Musk ha enfrentado una pérdida significativa de ingresos en X, principalmente debido a sus enfrentamientos con los anunciantes, lo que ha llevado a una caída dramática en los ingresos de la empresa, tal y como explica Christiaan Hetzner en Fortune (‘Elon Musk’s financial woes at X have Tesla bulls fearing he will liquidate more stock‘). Dado que Musk ha financiado gran parte de la compra de X vendiendo acciones de Tesla, los analistas temen que podría verse obligado a vender más acciones de Tesla para cubrir las pérdidas en X, lo que podría devaluar aún más las acciones del fabricante de automóviles eléctricos.
A pesar de que Musk prometió en diciembre de 2022 no vender más acciones de Tesla hasta 2025, la situación financiera en X podría obligarlo a incumplir esa promesa. Los analistas creen que podría necesitar vender entre 1.000 y 2.000 millones de dólares en acciones de Tesla para mantener a flote a X, lo que podría provocar una caída del 5% al 10% en el valor de las acciones de Tesla. Con la fecha límite de 2025 acercándose y las finanzas de X en una situación crítica, aumenta el temor de que Musk tenga que vender más acciones de Tesla, lo que podría impactar negativamente a los inversores.