Fernando Moleres: » Los ciclos de mi vida también afectan a los temas que elijo»

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Editor’s Choice #58

La idea de entrevistar a Fernando Moleres, fotoperiodista, surgió después de ver la exposiciónMelting Landscapedurante el DOCField2015 celebrado en Barcelona gracias al empuje y determinación de la Photographic Social Vision. Un conjunto de exposiciones en cuatro rutas programadas de las que ya hicimos varios artículos.

Escribíamos entonces la crítica sobre la exposición ‘Groenlandia se derrite’:

«Gran acierto de la organización de DOCField2015 en traer al fotógrafo bilbaíno Fernando Moleres aunque, cual es nuestra sorpresa, cuando en el programa del festival descubrimos que la exposición que presenta dista mucho de sus trabajos de fotoperiodista en África: el deshielo de Groenlandia y los efectos sobre el cambio climático. Raudos nos disponemos a contemplar cual es la visión de Moleres sobre el tema y descubrimos unas imágenes serenas, pacíficas, de espacios vírgenes como si nunca un hombre hubiese estado allí cuando, en realidad, la acción del hombre se manifiesta en su máximo esplendor a miles de quilómetros de distancia». Y es que, como reconoce Moleres, a veces hay que tomar distancia sobre algunos temas para no acabar quemado y  poder encararlos de nuevo en el futuro.

Fernando Moleres en un desguace de barcos en Bangladesh.

En esta entrevista nos centramos más en su labor como fotoperiodista ya que, durante más de 20 años, ha estado fotografiando temas de derechos humanos (sobretodo de explotación infantil) y como fotógrafo documental con sus reportajes que le han valido numerosos y reconocidos premios fotográficos como el POY, Picture of the Year 2011; World Press Photo 2002 , Burning Man in Art , series; W. Eugene Smith Grant 1999 ( 2ª prize) . New York o el Tim Hetherington Grant 2012. World Press Photo and Human Watch Rights.

He leído en otra entrevista que también es enfermero. Podemos descubrir en sus reportajes un profundo humanismo fotográfico. ¿Existe una correlación entre el concepto médico de sanar y el fotográfico de denunciar?

La fotografía , en mi caso, va mas allá de ser un oficio con el que me gano la vida. La vida como fotógrafo es una extensión de mi actitud vital y de mi posicionamiento como individuo en la sociedad. Me encantaría, como no, que además de contribuir a dar información pudiera favorecer a la reflexión y, ya soñando, que empujara para mejorar ciertas situaciones….Quizás en ese sentido se puede unir a la enfermería ayudar a “sanar”, la diferencia es que la medicina suele tener efectos mas inmediatos y palpables. La voluntad, parecida: mejorar.

Women in the shadow. Foto: Fernando Moleres

El fotoperiodismo siempre ha sido la punta de lanza de los cambios en el mundo. Desgraciadamente si no se fotografía una situación, no existe. ¿Es este su objetivo con los reportajes de explotación infantil o ‘Women in the Shadow’?

Los fotoperiodistas tenemos el cometido de traer información a la sociedad , formando parte de una cadena; detrás vienen los medios de difusión masiva que son el gran altavoz y luego están las instituciones que tienen el verdadero poder para actuar a nivel grande, con recursos que ayuden a mejorar o paliar deficiencias, injusticias o potenciando cosas que van en el buen camino….

¿Se ha sentido alguna vez impotente ante una situación denunciada de explotación laboral en países de África o Asia y se ha visto incapaz de cambiar las cosas? Y enlazando con esta pregunta, ¿puede el fotoperiodismo o la fotografía cambiar una situación?

Sí, claro que me he sentido impotente, sobretodo en situaciones donde actuar para ayudar lo sientes mas cercano o factible.

Esta sensación de impotencia la he sentido vivamente con los menores encarcelados en África, concretamente en Sierra Leona y Sudan del Sur donde ves claramente que son menores los que están encarcelados y que la ley del país lo prohíbe expresamente. Pero esta situación que parece abordable, se hace muy complicada para un fotógrafo. Una vez que volví a Sierra Leona me entrevisté con personal de la Oficina de Derechos Humanos que trabajaban con las autoridades del gobierno de Sierra Leona y cuando les enseñe las fotos de los menores en la cárcel de máxima seguridad que estaban a 1 Km. escaso de las oficinas, me dijeron que ellos no habían podido entrar todavía a la cárcel por los impedimentos y trabas del gobierno.

Child Labour. Foto: Fernando Moleres

Después de los amplios reportajes sobre la explotación laboral infantil, ¿porqué existe? ¿Es un tema cultural, económico o coyuntural en la sociedad? ¿Qué conclusiones ha sacado?

Yo diría que se dan varios factores que lo permiten : la situación de pobreza pero sobretodo la explotación de la pobreza, el sustrato cultural clasista que no ve mal que los hijos de los pobres trabajen y no tengan los mismos derechos que otros niños, la falta de voluntad política de acabar con este problema.

Este problema afectó a EEUU (hace 100 años, Lewis Hine ya retrató las condiciones laborales), a Europa. En países como Tailandia es muy difícil ver en este momento menores trabajando en empresas. Luego, tiene una parte de coyuntural y se ha avanzado mucho en la lucha pero quedan millones de niños explotados laboralmente.

Ahora, la resolución de este problema hay que enmarcarlo en la situación en la que viven millones de familias con extrema pobreza. La prioridad es acabar con la explotación laboral infantil y regular el trabajo infantil de tal manera que este no afecte en el desarrollo de los menores. Este punto lo han defendido asociaciones contra la explotación laboral infantil y ONG´s como OXFAM.

La ONG Free Minor Africa la creó para luchar contra la marginalidad y para dar un pequeño empuje a muchos chicos. Explíquenos como surgió la idea, como la desarrolló y como trabaja la ONG para ayudar a los menores en conflicto con la ley. Me imagino que debe ser una carrera de fondo y cualquier batalla ganada es ya una victoria.

FMA (Free Minor Africa) nace para ayudar a aquellos jóvenes encarcelados en la prisión de adultos por ser una situación injusta e inconstitucional. Al principio me centré en los menores que yo había conocido en la cárcel, algunos ya habían salido, otros todavía seguían encarcelados. Les ayudamos dándoles estudios, alojamiento o facilitándoles un trabajo. Abdul es de aquella época (2012) y sigue estudiando y viviendo bajo el paraguas de FMA.

Ahora nuestra ayuda está centrada en la cárcel de menores donde hemos creado la única escuela para los menores (40 ) con 2 profesores. Allí pueden aprender a leer y escribir y aquellos que estaban estudiando pueden seguir los estudios y seguir presentándose a los exámenes. Una vez que salen de la cárcel y quieren seguir estudiando y no tienen recursos los apoyamos con todo si no tienen familia o pagándoles los estudios si tienen familia…

Waiting for Justice. Foto: Fernando Moleres

¿Se sentía en deuda con los chicos después de hacer los reportajes sobre la cárcel de Sierra Leona?

Como digo los que trabajamos con la información somos los trasmisores y luego son otros estamentos los que toman el testigo para seguir el proceso de ayudar a cambiar las cosas si este fuera el caso .

«El reportaje sobre los menores en las cárceles de Sierra Leona, aunque fue mundialmente publicado, no logró cambiar nada para ellos… entonces yo me impliqué a la altura de mis posibilidades creando este pequeño proyecto»

‘Breaking the circle’ nos muestra una África que vive y trabaja lejos de los focos que siempre nos llegan de hambrunas, desplazados y guerras. El trabajo de Frédéric Noy va encaminado a mostrarnos otros aspectos del continente y nos decía que África es una amalgama donde cada país busca su destino. En mi humilde opinión, son necesarios más reportajes del día a día de África o Asia para que dejen de estar estigmatizados.

Yo estoy de acuerdo con este planteamiento. Hay muchas africas y la mayoría de los africanos viven en su normalidad, diversidad y riqueza cultural. La capacidad que tienen en África de disfrutar de la vida es admirable. Como decía John Carlin “mucho hemos de aprender de las lecciones africanas, que son muchas”.

Desgraciadamente, los noticieros se decantan mucho por las desgracias y África no se libra.

Breaking the circle. Foto: Fernando Moleres

Usted se dedica más a la fotografía documental que al fotoperiodismo puro en zonas de conflicto. Su trabajo y el de muchos otros es imprescindible para seguir contando historias que ocurren en el mundo ¿Como ve la profesión?

La profesión es muy necesaria de eso no hay duda, el publico quiere estar informado. Quizá no se dan los mitos como Capa o Eugene Smith pero para mi nunca ha habido tanto nivel ni tan buenos trabajos fotográficos como ahora. Creo que hay espacio para vivir dentro del fotoperiodismo pero eso exige mucho trabajo, un excelente nivel de calidad o de riesgo para hacer ciertos trabajos.

«El problema reside en que somos muchos y los medios han sufrido el desgaste de la dispersión de la publicidad y esto hace que sea difícil hacerse un camino que te garantice sobrevivir en esta profesión»

En una entrevista que realizamos a Gervasio Sánchez, muy crítico con el periodismo, los medios, las grandes corporaciones y el devenir de la profesión, nos decía que muchos problemas que acontecen en África como las guerras o los desplazados, los generamos nosotros con nuestras políticas desde occidente y con la poca difusión en prensa. ¿Los grandes medios periodísticos dan la suficiente cobertura? ¿Se ha encontrado como decía Sánchez de un director de diario que dijo que estaba harto de «historias de negros»?

Si, yo creo que detrás de muchos problemas que hay en África estamos los occidentales, ya sea por la venta de armas, la partición colonial del territorio y otro muchos ….. las cárceles es un sistema exportado a África. En Sierra Leona las disputas entre vecinos o acciones reprobables se dirimían de otra manera diferente a la cárcel .

«Yo me he encontrado que aquellas historias que cuentan cosas positivas y que bajo mi punto de vista serían muy inspiradoras para la sociedad no tienen buena acogida en la prensa»

Tal vez es el momento de reflexionar un poco sobre por qué los principales canales de noticias parecen ayudar a concentrarnos en las noticias malas y el lado más sórdido de la vida. Lo que me molesta es que, en general, las historias que podrían mover a la humanidad hacia adelante y crear un impacto positivo en nuestras vidas no conseguien la exposición que merecen. Las historias como mejora de nuestras vidas.

Una cosa grave es que los periódicos han perdido independencia , ya no se deben a sus lectores y en este país tenemos claros ejemplos. El columnista de El País Miguel Angel Aguilar dijo “que los periódicos están en manos de sus acreedores y también en las del gobierno” ; este periodista fue despedido.

Muchos de sus reportajes tienen una áurea de vaporosidad, una atmósfera de transición, mientras otros muestran la dureza de las condiciones laborales. ¿Hay un trasvase entre un tema y otro que se hace inconscientemente o cuando realiza un reportaje tiene claro como debe salir?

A veces he intercalado reportajes duros de denuncia con reportajes positivos o estéticos como pueden ser los baños japoneses en el reportaje de ‘Onsen’  o la vida monástica en ‘Monastic Life’. También viene bien coger un poco de aire y de distancia, no sea que acabe quemado, de esta manera continuo.

Monastic Life. Foto: Fernando Moleres

Como decía este oficio está muy pegado a mi vida y también los ciclos de mi vida afectan a los temas que elijo. Por otro lado me interesa mostrar cosas positivas como el Burning Man, ese festival alternativo de arte y de buenas practicas sociales .

¿Cuál es su próximo reportaje fotográfico? Me imagino que el tema de la explotación infantil lo va a seguir toda su vida fotográfica pero, ¿hay otros temas fotoperiodísticos que le preocupan y le gustaría dar a conocer?

Estoy trabajando en un tema sobre el cambio climático en el que la plástica y la atmósfera visual tiene una gran presencia.

Melting Lanscape. Foto: Fernando Moleres

 

Saborear un reportaje diario en su web. Es lo que recomendamos desde esta humilde sección. Así se podrá captar la esencia y el excelente trabajo de Fernando Moleres y su implicación con el fotoperiodismo y la fotografía documental.