¿Por qué los estadounidenses desconfían de los medios de comunicación?
Esta es una pregunta que Derek Thompson intenta responder en un interesante artículo en The Atlantic. Hay que tener en cuenta que «los medios de comunicación no son un único objeto tangible, sino más bien una galaxia información, un vasto y complejo sistema estelar compuesto por organizaciones diversas y opuestas, que a su vez se componen de un grupo heterogéneo de personas», afirma Thompson. ¿Cómo responder a la pregunta? Aquí algunas pistas.
Según el Bureau of Labor Statistics, hay casi 200.000 estadounidenses que trabajan para la televisión y la programación por cable, 197.000 empleados en la publicación digital y la radiodifusión, 183.000 trabajan para periódicos, 99.000 trabajan para revistas, 86.000 en la radio, y 64.000 empleados en la edición y la producción de libros.
[Tweet «La confianza de los estadounidenses en los medios está disminuyendo de manera constante»]Con estas enormes advertencias, el hecho es que la «confianza» de los estadounidenses en «los medios de comunicación» está disminuyendo de «manera constante», según Gallup.
Para Derek Thompson esta creciente desconfianza puede tener su origen en cuatro factores:
1. Los propios medios de comunicación
James Fallows (Leer ‘Why Americans Hate the Media’) hace 20 años criticaba también en The Atlantic a reporteros de los periódicos y los programas de televisión para el tratamiento de la política: «los espectáculos de debate que se supone que sirven para mejorar la comprensión del público, en realidad, pueden reducirlo». Convertir los medios de comunicación en puro entretenimiento tiene sus consecuencias.
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Quizás entonces no son tan extrañas las declaraciones del periodista y consultor estadounidense Jeff Jarvis cuando decía que “los informativos, especialmente los de televisión, son una mierda. Dan preferencia al calor sobre la luz. Repiten mucho y dicen poco. Ofrecen últimas noticias que no son nuevas en absoluto, sino pasadas y repetitivas. Presentan los temas con una imparcialidad falsa y simplista».
2. Las elecciones
El gráfico que hemos visto anteriormente indican que la confianza en los medios disminuye en 2004, 2008, 2012 y, ahora, en 2016, coincidiendo con las elecciones presidenciales. Tras las votaciones, hay pequeños repuntes. Estos últimos meses han sido particularmente duros porque uno de los candidatos, Donald Trump, insiste de forma rutinaria en la denuncia de los medios de comunicación por manipuladores. Trump incluso ha cuestionado medios de tinte conservador como Fox News o The Wall Street Journal.
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3. La falta de fe en las instituciones
Los medios de comunicación en Estados Unidos han jugado un papel muy importante en la construcción de la nación. Los mass-media han sido uno de los pilares de la modernidad para los estadounidenses pero casi desde los años 60 este papel se ha cuestionado. A grandes rasgos, por otro lado, menos de la mitad de los ciudadanos americanos afirman su confianza en las instituciones como la presidencia, el Tribunal Supremo, la Escuela, las grandes corporaciones o el Congreso. La fe pública en cada una de estas instituciones ha caído esta década de forma significativa.
4. El papel de las redes sociales
Las redes sociales han impactado en la forma que los ciudadanos consumen las noticias. Por una parte, se pone de relieve que la gente comparte contenidos (noticias, entrevistas, artículos de opinión, etcétera) que subrayan y intensifican su ideología. Por otra parte, se intensifica y viraliza la indignación de usuarios de Facebook o Twitter compartiendo malas prácticas periodísticas. El tiempo real condiciona la calidad y las rutinas de producción de las noticias en un universo digital en el que los medios compiten por la atención de los consumidores.
No estamos tan mal
Bueno, no nos fustiguemos tanto. Un estudio de la Amsterdam School of Communication Research (ASCoR) de la Universidad van Amsterdam, no consideramos Google o las redes sociales fuentes creíbles de información. A pesar que estamos hablando de Estados Unidos y que este es un estudio europeo, el estudio del ASCoR subraya la valoración de la credibilidad como uno de los factores principales de los medios de comunicación. A pesar de todo.
Jarvis afirmaba hace unos meses en una conferencia en Madrid que “la información no está en peligro ya que cada vez hay más acceso a ella, más interés y más canales para compartirla. Lo que hay que encontrar son nuevas formas de servir al público y nuevos modelos para mantenerlo vivo. Y para eso hace falta valentía por parte de profesionales y empresas”. ¿Manos a la obra, no?