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Periodismo y verificación de datos contra las fake news


Hace unos meses asistí a una tertulia radiofónica para hablar sobre el fenómeno de las fake news. Mientras esperaba, una periodista de la emisora se acercó a los que habíamos venido para analizar el fenómeno y nos preguntó: «¿Y los periodistas cómo nos enfrentamos a las fake news«. Me quedé helado. Periodistas sin saber cómo reaccionar ante las noticias falsas… ¿un efecto colateral o un efecto intrínseco en la difusión del problema? Vamos a intentar responder algunas preguntas y a ofrecer soluciones. 

En un sentido amplio, las fake news son una forma de captar la atención de los usuarios y, por tanto, una fórmula de clickbait (algo así como ‘ciberanzuelo’, en español, y que denomina a las estrategias de hacer picar a los usuarios con textos llamativos o
titulares grandilocuentes para potenciar los clics y las páginas vistas). Pero el término fake news (‘noticias falsas’, en español) no es para nada un fenómeno nuevo.

«Una creciente montaña de mierda». Así define David Remnick, editor del New Yorker, el fenómeno de las fake news. Remnick afirma que el aumento del fenómeno de las noticias falsas «está siendo alimentado por la velocidad y la ubicuidad de los medios sociales y las nuevas plataformas, que agrava la propagación».

«Las fake news son una creciente montaña de mierda», dice David Remnick

La desintermediación tecnológica y la generalización de la publicidad programática
y de las campañas que pagan en función del CPM, así como la crisis de legitimidad de los medios son factores de la expansión de la desinformación.

Por su parte, Timothy Snyder, autor de ‘Sobre la tiranía: 20 lecciones que aprender del siglo XX’ dice que «renunciar a los hechos es renunciar a la libertad. Si nada es verdad, nadie puede criticar al poder, porque no hay ninguna base sobre la que hacerlo. Si nada es verdad, todo es espectáculo».

Y es que la democracia está amenazada por la desinformación a través de estrategias que se distribuyen para socavar la integridad del sistema electoral a través de un discurso del odio sobre temas comunes como la misoginia, el antisemitismo, la homofobia, la xenofobia y las teorías conspirativas.

Verificación digital

Entonces, ¿los periodistas cómo nos podemos enfrentar a las fake news? Myriam Redondo es periodista, master en Política Europea y doctora en Relaciones Internacionales, así como autora del libro ‘Verificación digital para periodistas’ (UOC, 2018) en el que defiende que la «verificación digital no es una moda (fake news, posverdad), sino que remite al buen periodismo de siempre. En esencia trata de responder digitalmente a preguntas clásicas: qué, quién, cuándo, dónde y por qué». Redondo afirma en su libro que «los protocolos o las técnicas son más importantes que las herramientas».

Los medios de comunicación ya no pueden sólo hablar de fake news. Deben comprometerse en ser muy claros sobre qué medidas están aplicando para luchar contra ellas y a favor de la verificación de datos.

Oportunidades para el periodismo

Lorena Baeza, periodista de Newtral, explicaba recientemente en el Foro Next que «una de las herramientas más potentes contra las fake news la tenemos los periodistas, es hacer buen periodismo». La verificación de datos es la respuesta más tangible del periodismo ante un fenómeno que se extiende y que preocupa. Se trata de contrastar, fundamental y obligatorio en todo proceso periodístico. Todos los proyectos de fact-checking, en este sentido, vienen a reforzar la credibilidad de los medios de comunicación ante la audiencia.

Además, nuevos proyectos periodísticos de fact-checking se están convirtiendo en nuevas oportunidades para monetizar. Aquellos medios que no tengan unidades potentes de verificación, pueden encontrar en estas líneas decenas de buenos proyectos en los que apoyarse. Decía Marta García Aller que las «fake news salvarán el periodismo» ya que «éstas empiezan a ser percibidas por la población como la amenaza que realmente son, podrían ser un elemento crucial que revalorice la función del periodismo más clásico». Nuevos modelos de pago para asegurar buenos contenidos y espacios de veracidad, sería la idea de García Aller.

Los proyectos de fact-checking son una auténtica oportunidad para encontrar nuevos modelos de negocio para los medios de comunicación

En 2017 (año uno del mandato Trump) The New York Times lanzaba un anuncio durante la ceremonia de los Óscar. Bajo el lema “La verdad es dura” el periódico quería transmitir que en estos momentos la verdad es más importante que nunca. En este sentido, actualmente, el periódico realiza un completo seguimiento de la actividad política estadounidense a través de diferentes sistemas de verificación y ofrecen diferentes herramientas y artículos en lo referente a lo que afirma el presidente Trump y su gobierno. (New York Times Fact-Checking).

En el caso del Washington Post, Fact Checker es lo que denominan la «verdad tras la retórica», siendo una sección de verificación parecida a lo que ofrece su rival neoyorkino.

En España en los últimos años han nacido proyectos como Maldito Bulo que se define como “un proyecto periodístico independiente cuyo fin es dotar a los lectores de herramientas para que no te la cuelen”.

Por su parte, Newtral «es una startup de contenido audiovisual fundada en enero de 2018 por la periodista Ana Pastor«. Las tres áreas de negocio en las que trabajan son: la producción de programas de televisión y nuevas narrativas en redes sociales, la innovación en el periodismo a través del fact-checking (verificación de datos).

A nivel europeo, un referente. La BBC anunció a finales de 2018 que «lucharía contra la desinformación a nivel mundial» con una temporada especial de programación que apunta a aumentar la alfabetización mediática. La televisión británica ha lanzado además su proyecto ‘Beyond Fake News‘ con una serie de documentales, informes especiales y características en sus redes de televisión, radio y en línea en Europa, América, África, India y Asia Pacífico.

El papel de las empresas tecnológicas

Las redes sociales están en el foco de las estrategias de desinformación de gobiernos y organizaciones políticas. Recientemente hemos visto cómo han influido redes como Facebook en el discurso del odio («El discurso del odio en Myanmar se disparó en Facebook durante la crisis de los rohingyas«) o apps de mensajería como Whatsapp están muy presentes en la estrategia del presidente Bolsonaro o del partido de la ultraderecha española VOX: «WhatsApp, el elemento distorsionador de la campaña en Brasil» y «El arma secreta de Vox en la red: así cazó votos por WhatsApp en su campaña electoral«. ¿Por qué no hablar de la influencia rusa en la campaña electoral de Estados Unidos de 2016 a través de Facebook?

Conscientes de este uso muchas de estas empresas surgidas en el entorno de Silicon Valley han lanzado diferentes campañas para mitigar sus efectos con resultados desiguales.

WhatsApp anunció a mediados de 2018 un proyecto destinado a muchos tipos de sujetos interesados, tanto académicos como simple aficionados, de todo el mundo y cuenta con una bolsa de hasta 50.000 dólares para cada proyecto de investigación que se considere interesante. El anuncio es parte del programa ‘WhatsApp Research Award’, que tiene como objetivo combatir la desinformación en diferentes contextos.

A raíz de la injerencia rusa en las elecciones de Estados Unidos aseguró que se iba a centrar en luchar contra la desinformación. Lanzó nuevas herramientas contra las fake news y creó un equipo de rastreo de contenidos fraudulentos.

Además ha puesto en funcionamiento una ‘War Room‘ va centralizar las denuncias contra las interferencias electorales. Esta ‘sala de guerra’ es parte de su solución a la interferencia en las elecciones, revelando un equipo de especialistas que trabajan para detener la propagación de información errónea y propaganda.

Algunas de las tácticas de la compañía: hacer que la publicidad política sea más transparente, apuntar a la distribución reducida de noticias falsas, detectar y eliminar campañas coordinadas de «malos actores», prevenir el spam y las cuentas falsas, y lanzar esfuerzos de «respuesta rápida» cuando la desinformación de la elección aumenta.

No obstante, su posicionamiento ha creado controversía. Recientemente ha habido críticas sobre sus medidas. En un reportaje en The GuardianBrooke Binkowski, ex editora de Snopes (un sitio de verificación de datos que se ha asociado con Facebook durante dos años para ayudarle en su misión), declaró que «No se lo están tomando en serio. No les importa». Aunque las cifras son reveladoras: la red social fundada por Mark Zuckerberg recibe más de 70 millones de citas a noticias falsas cada mes, según un reciente estudio realizado por la Universidad de Standford y la Universidad de Nueva York. La cifra en Twitter se reduce entre cuatro y seis millones en Twitter.

Facebook tiene más de 40 socios de medios en todo el mundo, incluyendo Associated Press, PolitiFact y el Weekly Standard.

Por su parte, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil firmó un acuerdo con los gigantes tecnológicos Google y Facebook para combatir la proliferación de las llamadas fake news durante los comicios presidenciales. Papel mojado después de la estrategia de desinformación a través de Whatsapp (empresa que forma parte de Facebook Inc).

Facebook, Google, Twitter y Mozilla, entre otras compañías han respondido de manera positiva a los requerimientos que la Comisión Europea. Dichas peticiones instaban a las compañías que operaban en el ámbito social tecnológico a efectuar un control más pormenorizado del contenido y campañas que tenían lugar en sus plataformas.

El órgano regulador europeo propuso entonces varias medidas de obligado cumplimiento, entre las cuales se encontraba la elaboración de un Código de Buenas Prácticas sobre Desinformación que habría de ser realizado por las propias plataformas.

Según Xavier Vidal, social media manager en Lavinia Audiovisual y analista tecnológico, gran parte de la responsabilidad de las fake news «la tiene Google porque el 95% de la información llega a los usuarios a través de su buscador». Y Google está encima de esta cuestión.

Iniciativas periodísticas

En el caso de Google, ha financiado proyectos periodísticos a través de Google News Initiative. Fruto de esta colaboración con medios han surgido proyectos como Verificado, una iniciativa de fact-checking durante las elecciones en México en 2018.

En 2017 Google también ayudó en la creación de CrossCheck, una iniciativa de First Draft News en alianza con diferentes empresas periodísticas durante la campaña electoral de las elecciones presidenciales francesas. Más de treinta medios de comunicación, principalmente de Francia y Reino Unido pero también del resto del mundo se han aliado para sacar adelante este proyecto. Participan entre otros BBC, Channel 4 News, International Business Times, Bloomberg, Le Monde, BuzzFeed, Libération, Les EchosFrance-Presse. ¿Su táctica? El desarrollo de estrategias colaborativas y uso de herramientas comunes -ya sea un gestor de contenidos propio, Slack, Tweetdeck, CrowdTangle o NewsWhip – que nos advierte de la importancia de este pull de medios.

En los últimos tiempos, First Draft News también ha promovido Comprova en Brasil o CrossCreck Nigeria.

Por otra parte, los grupos de medios de comunicación franceses crearon sus propios proyectos al margen de colaborar con Google y Facebook, como Le Monde, con Décodex, un “conjunto de herramientas” que se sirve de una base de datos de más de 600 webs de noticias de todo el mundo que han sido analizadas y etiquetadas por colores en cinco grados de fiabilidad. En pocas horas se realizaron más de 100.000 búsquedas. Entre las herramientas, los usuarios pueden bajarse las extensiones de Chrome y Firefox. Ya se ha reportado más de 8.000 direcciones web. Décodex también usa un bot en Facebook que ayuda a verificar información y artículos educativos.

Más allá de todos estos proyectos, hay una serie de proyectos sobre verificación de datos en todo el mundo. Aquí va un listado que aunque quiere ser exhaustivo, sólo es una muestra:

  • Snopes. Proyecto también conocido como también conocida como Urban Legends Reference Pages se inició  en 1994 para combatir las leyendas urbanas y las noticias falsas. Creado por Bárbara y David Mikkelson.
  • AFP Factual. Proyecto de verificación de información por la Agencia France Presse. En el caso de su competidora, la agencia AP también tiene su proyecto de verificación de datos: AP Fact Check.
  • ConfirmadoProyecto colaborativo contra la desinformación en Guatemala que se desarrolla a través de Telegram. 
  • Factal. Factal convierte la información de incidentes no verificados en datos confiables y verificados, lo que permite a las empresas identificar los incidentes de mayor riesgo y responder de manera más rápida y eficaz.
  • Politifact. Proyecto sin fines de lucro operado por el Poynter Institute en St. Petersburg (Florida) y en Washington DC. PolitiFact fue creado por el Tampa Bay Times , un periódico de Florida, en 2007. En 2018, PolitiFact fue adquirido por el Poynter Institute. En 2009 ganó un Premio Pulitzer por la cobertura que realizó durante las elecciones presidenciales de 2008.
  • FactCheck.org. Es un sitio web sin fines de lucro creado en 2003 que se describe a sí mismo como un «defensor del consumidor para los votantes que tiene como objetivo reducir el nivel de engaño y confusión en la política de los Estados Unidos».
  • Hoax Slayer. Es un sitio web creado en 2003 por Brett Christensen, dedicado a analizar críticamente la veracidad de las leyendas urbanas. Si bien es más conocido por desacreditar las historias falsas, también alberga una página que contiene leyendas urbanas extrañas pero verdaderas.
  • Disinfo Portal. Una guía interactiva online realizada por el Atlantic Council para conocer las campañas de desinformación del Kremlin.
  • Check News. Proyecto de verificación de información del periódico francés Libération.
  • Facterbot. Combatir la desinformación a través de un bot en Facebook Messenger desarrollado por Andrés Jiménez. Su formato de conversación no sólo permite crear una experiencia útil, sino entretenida
  • The Trust Project. Es un consorcio internacional de organizaciones de noticias que colaboran para usar la transparencia para construir unos medios de comunicación confiables.
  • Ecuador Chequea. Fact-checking desde Venezuela.
  • Agencia Lupa. Se denominan como primera agencia de noticias de Brasil especializada en fact-checking, vinculada a la Folha do Sao Paulo.
  • IFCN. La Red internacional de verificación de hechos es una unidad del Instituto Poynter dedicada a reunir a los verificadores de hechos de todo el mundo. La IFCN se lanzó en septiembre de 2015 para respaldar un auge de las iniciativas de verificación de hechos promoviendo las mejores prácticas y los intercambios en este campo.
  • Africa Check. Se denomina como el primer sitio de verificación de África. Creado en 2012, este proyecto está asociado con la Escuela de Periodismo de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo (Sudáfrica).
  • FactChecker.in. Es el proyecto dedicado al fact-checking, certificado por IFCN, y muy necesario en uno de los países más poblados del mundo y en el que las fake news son territori abonado contra las minorías culturales.
  • Chequeado. En Argentina la fundación La Voz Pública impulsa este proyecto que «verifica dichos de políticos, medios, empresarios y líderes sociales para mejorar el debate público».
  • VOST Spain. Equipo de Apoyo de Operaciones Virtuales, en España más conocidos como Equipos de Voluntarios Digitales en Emergencias, es un esfuerzo orientado a la dirección de emergencias y la gestión de desastres aprovechando las nuevas tecnologías de comunicación y herramientas en medios de comunicación sociales. Entre otras finalidades, tiene por objetivo apoyar a las cuentas de los servicios de emergencia en Twitter a hacer Protección Civil ayudando a viralizar sus mensajes y, sobre todo, a detectar y neutralizar bulos y rumores.
  • YouCheck. Es una plataforma online que conecta a periodistas y expertos y agiliza las conexiones para verificar información entre profesionales de la comunicación y fuentes fiables. YouCheck es un proyecto de Precept, una startup de Barcelona ganadora de un Google DNI Fund que desarrolla soluciones tecnológicas para el periodismo.

Estos y otros proyectos están incluidos en la lista ‘Fact-Check’ que mantengo en Twitter y en la que encontraréis dinámicamente decenas de fuentes. Si echáis en falta algún proyecto más, por favor, reportadlo.

En definitiva

Con estas opciones, la verificación digital no sólo es aconsejable sino imperativa en los medios de comunicación en una marea de keywords como fake news, verdades alternativas, bots, cambridge analytica, noticias falsas, Trump, etcétera.

Claire Wardle, responsable de Estrategia en First Draft considera fundamental que se «capaciten» a las redacciones en tácticas y técnicas de desinformación. Wardle en ‘5 Lessons for Reporting in an Age of Disinformation‘ apela a la responsabilidad de los medios para no dar oxígeno a los bulos y considera que los medios no deben actuar como simples «taquígrafos» de las personalidades que difunden fake news.

David Remnick compara la propagación de las noticias falsas a las cuestiones climáticas, uno de los temas que aparentemente están más sujetas a los «caprichos» de los productores de noticias falsas. «No podemos eliminar por completo la
falsedad; al igual que la contaminación. Pero, ¿cómo reducirlo y respirar un poco mejor y, en consecuencia, evitar la nube tóxica de nuestra propia creación?», dice Remnick.

No más excusas ni preguntas sobre qué podemos hacer. Manos a la obra.


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Miquel Pellicer

Periodista y antropólogo. Nacido el año en que murió Elvis. Educado en los medios de comunicación locales, es autor del blog MiquelPellicer.com. Actualmente, director de Comunicación Digital en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Anteriormente, director de Innovación de Interprofit; director de Estrategia y Comunicación en Grupo Lavinia. Otras palabras clave de su currículum: FC Barcelona, Mundo Deportivo, Ayuntamiento de Barcelona, Enderrock, Transversal Web. Galardonado en los Premios Blocs Catalunya 2010 y miembro fundador del BCN MediaLab. Autor de los libros 'Optimismo para periodistas' y 'La Comunicación en la era Trump'.

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7 Comentarios

  1. Andrea Gómez 14 enero, 2019

    Saben de alguna iniciativa de este tipo en Colombia? Agradezco la información.

    Responder
    1. Miquel Pellicer 15 enero, 2019

      Hola, Andrea. Sí existe proyecto denominado ColombiaCheck. http://colombiacheck.com.

      ¡Gracias por tu interés en el artículo!

      Responder
  2. Andrea Gómez 15 enero, 2019

    Ok, gracias por la info; la voy a ver ya!

    Responder
  3. Hugo Espinoza 13 febrero, 2019

    Hola. Esto de las fake news ha existido toda la vida, pero hoy en día existe una buena parte de la población animada a verificar la información. Las redes sociales han traído esta consecuencia. Existen laboratorios de desinformación auspiciados por gobiernos y/o gente poderosa. Aprender a determinar los bulos con estas herramientas, no se ha convertido en un mercado (útil por cierto) aún. Es común ver seminarios (pagos o gratuitos) de diferentes temas, desde los más triviales hasta otros más sustanciales en vista de lo anterior, quería preguntarte si existen cursos a distancia sobre metodología(s) para determinar fake news, para el público común que no está muy avezado en las complejidades de la computación, algo que esté a la alcance de los que somos medianamente ágiles con una computadora sin ser Assange o Snowden. Por otro lado ¿tenés alguna entrada en tu blog sobre wikileaks? Muchos han tomado este sitio como la biblia de la información, quería saber si habías escrito alguna información al respecto. Gracias.

    Responder

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